El balance import-export mejora por el incremento de cargas de salida desde Madrid y la terminal intermodal alcanza su récord histórico de tráfico mensual con 8.500 TEUs.
El puerto seco de Coslada ha aumentado en los últimos meses el ratio de ocupación de los contenedores para exportación en un 25 por ciento. El balance importexport ha mejorado por el incremento de cargas de salida de la terminal intermodal madrileña que alcanzó récord histórico mensual en septiembre con 8.500 TEUs
El puerto seco de Coslada ha incrementado los ratios de ocupación de contenedores en los retornos de los tráficos ferroviarios desde Madrid al puerto de Valencia, lo que supone “un síntoma muy positivo con relación al balance import-export que siempre había estado muy descompensado en Coslada”, señalan fuentes del puerto seco madrileño. En concreto, en los meses de agosto y septiembre del presente año este ratio se ha incrementado desde una media cercana al 40 por ciento hasta el 66 por ciento. Todo esto se produce, además, en un momento en el que el puerto seco madrileño está alcanzando cifras de movimiento récord.
Así, en el mes de septiembre la terminal madrileña alcanzó un tráfico de 5.000 UTIs, es decir, 8.500 TEUs, lo que supone la mayor cifra de tráfico mensual de toda su historia. “Extrapolando esta cifra mensual estaríamos hablando de un tráfico anual de alrededor de 100.000 TEUs”, señalan. Hay que recordar que el puerto seco alcanzó su cifra más alta de movimientos en el ejercicio 2008 con 61.484 TEUs, mientras que el pasado año se quedó en los 46.116 TEUs. El incremento en la cifra de contenedores que retornan llenos a la dársena valenciana es también “muy positivo para el puerto, ya que así no sólo cuenta con un hinterland en crecimiento sino que adicionalmente consigue retornos con carga para exportación”.
Además, desde el puerto seco madrileño consideran que “es importante que las compañías logísticas y cargadores miren al puerto seco de Madrid como algo más que una terminal de transbordo de carga import”. Detrás de este crecimiento se encuentran las medidas de recorte de tarifas aplicadas por la terminal madrileña desde los primeros meses del presente año, además de que se haya sumado cierta reactivación de las exportaciones en el conjunto de la Comunidad de Madrid.
La parte de estas exportaciones que se está desviando hacia el puerto de Valencia se corresponde fundamentalmente con productos como los bienes de equipo, farmacéuticos, etc. que viajan en las grandes líneas de las navieras hacia, principalmente, los mercados asiáticos, sobre todo China y Estados Unidos.
Por otro lado, los responsables del puerto seco siguen empeñados en mejorar la oferta de servicio a nivel aduanero en la terminal, que actualmente supone que el 90 por ciento de la carga salga con canal asegurado a las tres horas. En este sentido, “necesitamos unos servicios aduaneros acordes con el incremento de volúmenes, así como más ágiles”. En la actualidad, “estamos constreñidos a una atención diaria limitada y pretendemos que la misma se convierta en permanente durante ocho horas al día”.
El proyecto puerta a puerta genera interés
El proyecto que maneja el puerto seco para unir la fase intermodal (puerto a nave de distribución) con la fase logística y de distribución (nave de distribución a cliente final) ha despertado el interés de diversas compañías del sector, que estarían interesadas en comprometerse en una relación de partenariado y con los que los responsables de la terminal madrileña han establecido ya conversaciones.
“Hay dos actores logísticos para cada una de esas dos fases y nosotros pretendemos ser puente de unión para que trabajen de la mano”, señalan desde el puerto seco. En la práctica, se trata de reducir el acarreo en la fase intermodal y recortar la distancia en la fase de distribución en todo el área metropolitana de Madrid.
“Es ilógico que se transporte un contenedor desde el puerto seco a un almacén en Guadalajara y que el camión vuelva vacío, cuando esa misma carga se distribuirá después enMadrid. “Algo se está haciendo mal, porque a pesar de las diferencias de precio del metro cuadrado, esta cadena es poco sostenible”.