La Autoridad Portuaria de Tenerife ha expresado su “profundo malestar y preocupación” por la decisión de Cepsa, propietaria de la refinería de petróleos de Santa Cruz, de retirar una de sus dos barcazas-tanque de la dársena, lo que supondrá reducir drásticamente la capacidad operativa del servicio de suministro de combustibles a buques. El puerto ha advertido de que esta decisión “unilateral” reduce su capacidad de abastecimiento a la mitad y “pone en peligro” la competitividad del puerto tinerfeño.
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