Los puertos de transbordo comunitarios “deben de tener un estatus especial en todos sus aspectos porque si no pueden desaparecer de la noche a la mañana”. Este es el mensaje que Manuel Morón, presidente de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras, el primer puerto español y primero del Mediterráneo en tráfico de contenedores, manda a los Gobiernos de Bruselas y Madrid, además de a los sindicatos, en la entrevista que TRANSPORTE XXI publica en esta edición.
La demanda no es gratuita. Morón conoce de primera mano lo que es competir en inferioridad de condiciones. Algeciras es puerto vecino de Gibraltar que, en virtud del Tratado de Adhesión del Reino Unido a la Unión Europea, disfruta de una fiscalidad mucho más atractiva para las empresas, que no pagan el impuesto de sociedades, lo que impide competir a la dársena española en igualdad de condiciones en el tráfico de bunkering con la colonia inglesa, que de momento se está llevando el gato al agua.
Algo parecido está ocurriendo con Tánger Med, donde las empresas se están beneficiando de ayudas del Gobierno marroquí, prohibidas en la UE. Bruselas está obligada a corregir esta distorsión en el caso de los puertos de transbordo, un tráfico muy volátil.
Ahora ha sido Tánger Med. Mañana serán los nuevos puertos de Argelia o Túnez, que afectarán a sus vecinos de Italia o Grecia. Todo el mundo abraza la competencia, pero tiene que ser en buena lid. La CE tiene que repensar su estrategia en la materia y respetar el principo de cohesión del Tratado en puertos ubicados en las regiones prioritarias. Si no será culpable de la marcha de empresas y de la pérdida de comercio.
© 2024, todos los derechos reservados.