Fernando González Laxe, presidente de Puertos del Estado desde abril de 2009, uno de los primeros nombramientos de Blanco tras su desembarco en Fomento, se ha caracterizado por querer pasar inadvertido al frente del ente público. Sin embargo, ha tomado una decisión que no ha dejado indiferente a nadie. En febrero, Puertos del Estado comunicó a la Asamblea de la Asociación Española de Promoción del Transporte Marítimo de Corta Distancia, de la que es miembro desde su constitución en 2002, “su decisión de reducir su aportación económica”, que venía siendo del 50 por ciento del presupuesto de la organización.
Esta decisión, argumenta en una nota, “se enmarca dentro de la línea marcada por el Ministerio de Fomento (…) de reducir los costes y mejorar la eficiencia y competitividad de las actividades que dependen del mismo”. La disminución de la presencia de Puertos del Estado “significa dotar al resto de miembros de un mayor protagonismo (…) en función de los compromisos que cada cual esté dispuesto a asumir”. Otros socios de la oficina de promoción del short sea shipping son las patronales Anave (navieros), Feteia (transitarios) y CETM (transportistas).
Esta oficina viene funcionando con un modesto presupuesto de 200.000 euros anuales, de los que Puertos del Estado aportaba 70.000. Ahora, la entidad de Laxe ha dejado su aportación en 6.000 euros anuales, al tiempo que ha hecho un hueco a las oficinas de la asociación en su sede del Campo de Las Naciones. La decisión de Laxe llama la atención porque la creación de estas oficinas para promocionar la navegación de cabotaje entre cargadores y transportistas por carretera nació a instancias de la Comisión a finales de los 90.
De hecho, las diferentes asociaciones existentes en los Estados miembros se han aliado en European Shortsea Network (ESN) para coordinar sus actuaciones. Además, los 64.000 euros que Puertos del Estado se ahorra son una gota de agua para un ente público que tiene unos gastos de personal de 8,8 millones anuales y unos gastos de explotación de 20,02 millones, de los que la partida más elevada es la destinada a la contratación de servicios de profesionales independientes, con la friolera de 6,1 millones, y unos ingresos de 35 millones aportados por las Autoridades Portuarias.
En su espantada, Puertos del Estado también se ha llevado por delante a José Francisco Vidal, el director general de la asociación desde 2002, un experto en short sea que conoce de primera mano lo que se cuece en Bruselas. Su cese es efectivo desde el pasado 28 de febrero, aunque Vidal seguirá en el cargo hasta que termine la presidencia de turno española de la UE. Y es que los muñidores de la salida de Vidal no se dieron cuenta de que también es presidente de turno de la European Shortsea Network, aseguraron fuentes solventes.