Alberto Camarero Orive. Profesor de la Universidad Politécnica de Madrid
Vivimos tiempos de cambios vertiginosos, donde el proceso de adaptación y resiliencia son cualidades cada vez más valoradas. Los puertos, nodos de una cadena logística clave para el comercio y desarrollo económico y social, deben adaptarse. A ello se unen las propias características de las infraestructuras, en la mayor parte de los casos críticas, desde el punto de vista de la seguridad nacional.
La resiliencia y la seguridad o la protección, como se ha traducido el concepto de security al castellano, son dos aspectos críticos para los puertos, y no solo en un futuro próximo, sino para el presente que estamos viviendo, dando respuesta a las exigencias de un mercado cada vez más exigente.
En este sentido, la International Association of Engineering and Architecture (IAEA) está desarrollando un Sello de Puerto Seguro y Resiliente que garantice que nuestros puertos están preparados para afrontar los retos del futuro.
La IAEA es una organización internacional, no gubernamental y sin fines lucrativos, que representa una alianza entre profesionales dedicados a la ingeniería y la arquitectura alrededor del mundo.
La resiliencia es la capacidad de un sistema, comunidad o sociedad expuestos a una amenaza para resistir, absorber, adaptarse y recuperarse de los efectos (negativos) del evento, de manera oportuna y eficaz, lo que incluye la preservación y la restauración de sus estructuras y funciones básicas. Ser un puerto seguro y resiliente no es solo un valor del puerto en sí, sino también un lugar para albergar empresas y servicios de manera que se garantice la continuidad de los negocios de acuerdo con las nuevas exigencias, y así cumplir con los contratos, evitando responsabilidades de ejecutivos y administradores.
La definición y desarrollo de un Sello de Puerto Seguro y Resiliente que certifique que el puerto que lo porte ha demostrado el cumplimiento de los criterios de resiliencia y seguridad, implica que se han tomado medidas para la prevención y reducción de riesgos negativos, y para el aumento de la probabilidad de impacto de los riegos positivos. Este sello ayudará al puerto a reducir la incertidumbre, a abordar las amenazas y a aumentar las oportunidades, lo que resulta en una optimización de procesos y recursos, y lo que permite que las decisiones se basen en información actual sobre la exposición general al riesgo y los riesgos individuales.
El Sello de Puerto Seguro y Resiliente contiene diferentes dimensiones que afectan a la gobernanza, la salud, el entorno seguro, los servicios marítimos, los servicios terrestres y la ciberseguridad.
Tener el sello garantiza que el puerto ha tomado las medidas funcionales, estructurales y no estructurales para garantizar su resiliencia, asegurando:
– Garantizar la operatividad de todas las medidas adoptadas.
– Dotar a los usuarios de protección y seguridad dentro del puerto.
– Aplicar los avances tecnológicos más adecuados para el nivel de seguridad adoptado.
– Cumplir con las normativas y procedimientos correspondientes.
– Tener una adecuada seguridad cibernética que protege la confidencialidad y la integridad.
– Comunicar, formar y preparar a todos en la prevención y gestión de riesgos.
Actualmente, la Autoridad Portuaria de Las Palmas está desarrollando este Sello, y pronto se convertirá en la primera entidad del sistema portuario nacional en tenerlo, demostrando su compromiso con la seguridad, con la eficiencia con sus clientes.
Por todo ello, animo a que todos los puertos se apunten a esta iniciativa y, de esta forma, contribuyamos a tener los mejores puertos posibles.