Editorial  | 

Radiografía incompleta del transporte

El informe elaborado por KPMG aporta información relevante, pero no aclara lo esencial: ¿cuántos eslabones hay realmente en la cadena?

El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible encargó un estudio con un objetivo claro: desentrañar la maraña de subcontrataciones en el transporte de mercancías por carretera. El resultado es un informe con datos interesantes sobre la evolución del sector, sus relaciones comerciales y sus retos, pero que deja sin respuesta la cuestión clave: ¿tienen razón los que afirman que las cadenas de intermediación son muy largas?

El informe elaborado por KPMG aporta información relevante. Muestra que la contratación directa de los cargadores ha caído del 55,4 por ciento en 2016 al 29,7 por ciento en 2024. También recoge que los acuerdos estables han disminuido mientras crece la contratación sin compromisos a largo plazo. Pero el estudio no aclara lo esencial: ¿cuántos eslabones hay realmente en la cadena? ¿Cuánto valor se queda en cada tramo antes de llegar al transportista efectivo? Sin estos datos, el debate sobre la intermediación seguirá sustentándose más en percepciones que en hechos contrastados. Es decir, hablar, por hablar.

La intermediación no es en sí misma ni buena ni mala. En sectores con alta atomización puede aportar eficiencia y capacidad de adaptación. El problema surge cuando la subcontratación se convierte en un filtro que reduce márgenes y precariza a los transportistas que realizan el trabajo efectivo. La clave estaba en medir hasta qué punto esto ocurre y cuál es su impacto real, algo que el informe no ha conseguido esclarecer.

Con más de 3.500 empresas de transporte, 522 operadores y 204 cargadores encuestados, este estudio podría haber sido la base de un diagnóstico certero. Sin embargo, no cuantifica cuántas operaciones superan los dos o tres niveles de intermediación ni qué porcentaje del valor del servicio se pierde en el proceso. El resultado es una radiografía incompleta: se ofrece una imagen del transporte por carretera, pero deja fuera la pieza central del puzle.

Si el Ministerio de Transportes quiere legislar con fundamento sobre la intermediación en el sector de la carretera necesita números claros. Mientras tanto, el mantra de que la cadena de subcontratación es demasiado larga seguirá repitiéndose sin datos que lo respalden… o lo desmientan.