Nunca nos falta un refrán para ilustrar, criticar o defender una idea; es parte esencial de nuestras conversaciones
La lengua castellana es muy rica, gracias, entre otras cosas, a su extensísimo refranero, fruto de siglos de sabiduría popular, esa característica tan escasa en estos tiempos, sobre todo en ciertas altas esferas. Dice la RAE que sabiduría es: “grado más alto del conocimiento, conducta prudente en la vida o en los negocios, conocimiento profundo en ciencias, letras o artes”. Lo dicho, escasísimo.
Nunca nos falta un refrán para ilustrar, criticar o defender una idea. Es parte esencial de nuestras conversaciones. Veamos algunos ejemplos aplicados a nuestras circunstancias sectoriales actuales a propósito de la ya famosa Ley de la Cadena de Transporte.
Quiero mencionar una frase que leí hace poco escrita por Zubialde, con la que no puedo estar más de acuerdo: “lo que mal empieza, mal acaba. Las prisas son malas consejeras, y esta nueva ley tiene más agujeros que un queso de gruyere”. Excelente asociación de refrán español (dos en este caso) a la opinión sobre un tema concreto.
Repetía mi padre con frecuencia este otro: “con buena herramienta bien se trabaja”. Tiene una versión más jocosa y popular que no voy a reproducir literalmente.
Quiero reseñar la falta de herramienta o recursos para poder gestionar adecuadamente una de las medidas introducidas por la ley, la de la obligación de realizar el contrato por escrito. Añádasele, para complicarlo más, la recomendación de la CNMC de crear un registro de contratos (aplicado al RD de contratos alimentarios).
Esto no parece difícil si se cuenta con un potente sistema automático digital y universal que lo permita de una manera ágil, sencilla y barata. No olvidemos que en España se hacen unos 200 millones de portes al año (cifras del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana).
A esta “herramienta” me refería. Ah, caramba, que no hay. Pues mal vamos.
Juanma Martínez
jmmartinezmourin@gmail.com