El gobierno destina unos 827 millones de euros para equipar las fronteras con la UE para el control de las exportaciones e importaciones.
El gobierno del Reino Unido ha anunciado un plan de inversión de 705 millones de libras (827 millones de euros), destinado a la construcción y preparación de nuevas infraestructuras, servicios, empleos y tecnologías en la frontera con la Unión Europea. La financiación persigue garantizar que los movimientos de carga internacional sean lo más fluidos posible cuando finalice el período de transición, el próximo 31 de diciembre de 2020.
La parte más importante de este presupuesto se destinará a construir unas nuevas instalaciones portuarias y terrestres que ampliarán y mejorarán los accesos y salidas de vehículos y de mercancías, ya que el puerto de Dover representa un área insuficiente para los trabajos de inspección y labores administrativas que se van a tener que llevar a cabo desde el próximo año. Además, otros puertos del Reino Unido con actividad comercial con la UE no tienen el espacio o la infraestructura necesarios para llevar a cabo controles fronterizos completos.
El Ministerio de Transportes ha comprado un terreno de 11 hectáreas en la localidad de Ashfold, muy cerca de la llegada y el acceso al Eurotren en Folkeston y cerca del puerto de Dover. Se calcula que este espacio tiene capacidad para acoger hasta 10.000 camiones para organizar su tránsito de acceso o salida y para las labores de limpieza antes de su ingreso en la UE. Según varios medios británicos, la oposición y varias voces autorizadas se plantean que ya se está actuando tarde y que estas instalaciones difícilmente podrán estar listas para el 31 de diciembre.
Además de la inversión en instalaciones físicas, se destinarán 235 millones de libras (259,5 millones de euros), para personal y sistemas de tecnologías de la información. Esto incluiría más de 100 millones de libras (110 millones de euros), para desarrollar sistemas aduaneros que reduzcan la carga sobre los empresarios y transportistas, así como la inversión en tecnología para garantizar que los controles se puedan implementar en entornos ro-ro. Otras partidas se destinarán a la compra de nuevos equipos o la construcción de infraestructuras de gestión de flujos fronterizos y la contratación de unos 500 trabajadores para gestionar las nuevas aduanas.
Algunas fuentes británicas señalan que se necesitarán del orden de decenas de miles de trabajadores nuevos, ya que se estima que las nuevas instalaciones aduaneras deberán gestionar hasta 215 millones de declaraciones aduaneras al año, a un coste de entre 15 y 55 libras cada una. Para la cadena de suministro británica se espera que suponga un sobrecoste de entre 3.200 y 11.800 millones de libras al año.