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Renfe avanza a ‘paso lento’ en su plan de desinversiones para reducir deuda

Operadores privados critican la ‘poca celeridad del proceso’ y la ‘falta de criterio’ a la hora de decidir en qué sociedades continúa.

La pública Renfe avanza a “paso lento” en su plan de desinversiones para reducir deuda, que superó los 70millones en el área demercancías al cierre de 2012. Operadores privados critican la “poca celeridad” del proceso, que arrancó hace casi dos años, y la “falta de criterio” a la hora de decidir en qué sociedades continúa como accionista

El Gobierno de Rajoy aprobó en marzo de 2012 el plan de reestructuración y racionalización del sector público empresarial y fundacional estatal para adelgazar la Administración y reducir el déficit. Casi dos años después, Renfe, con unas pérdidas de más de 70 millones en el área de mercancías al cierre de 2012, continúa ejecutando el mandato del Ejecutivo “a un paso excesivamente lento”. Es la opinión de operadores privados consultados por este periódico, que, dicho sea de paso, tampoco esperaban que la pública hubiese afrontado este proceso de forma más rápida. Entre ellos está Antonio Pérez Millán, presidente de la Unión de Operadores de Transporte Combinado (UOTC).

Pese a insistir en que “cabía esperar que la voluntad de ejecutar los acuerdos del Gobierno hubiese sido más ágil”, Millán no se mostró sorprendido por la lentitud de los procedimientos de desinversión. Los privados también pusieron el acento en la “falta de criterio” a la hora de acometer las privatizaciones. “Siguen en empresas menos estratégicas y se van de otras más interesantes”, explica el presidente de la patronal UOTC tras confesar, al igual que el resto de interlocutores consultados, desconocer las razones que han llevado a la pública a salir de unas empresas y mantenerse en otras.

Uno de los ejemplos que pusieron encima de la mesa fue el de Combiberia, una de las últimas desinversiones de Renfe tras vender el 22,5 por ciento de la sociedad por un importe de 240.000 euros, pese a la “buena marcha” de la compañía, con resultados positivos en 2012. Y es que una de las incógnitas del sector es conocer los planes de futuro de otras sociedades de similar perfil en las que Renfe continúa dentro, como es el caso de Intercontainer Ibérica -en la que participa con un 46 por ciento-, que, además, no está incluida en el plan de reestructuración de Rajoy.

Accionistas de Combiberia temen que la sociedad, cuya actividad se centra en el transporte intermodal entre España y Portugal, pueda hacer la competencia a Combiberia, donde ya no está Renfe. Como ya avanzó este periódico, la pública comunicó en marzo de 2013 su intención de proceder a la transmisión de sus acciones en Combiberia a Pañalón Multimodal. El órgano de administración, de acuerdo a los estatutos de la sociedad, informó al resto de accionistas la citada compraventa y sus condiciones, de forma que éstos pudieran ejercitar, en su caso, su derecho de adquisición preferente sobre las mismas.

Como consecuencia, cinco accionistas adicionales, Tecniruta-Concisa, TCS Trans, Europea de Contenedores, Servicios de Tráficos Intermodales y Global Spedition, expresaron su intención de adquirir las acciones puestas a la venta, que elevaron su capital en función de su participación (ver gráfico adjunto). Los privados tampoco pasaron por alto el caso de Transfesa, una de las sociedades en las que sí está prevista la desinversión de Renfe, cuyo accionista principal es el gigante alemán DB con cerca del 80 por ciento del capital.

Fuentes del sector entienden que la pública, pese a las directrices del Gobierno, no podrá concretar a corto plazo la venta de sus acciones (20,36 por ciento), “salvo que forme parte de un acuerdo a mayor escala”, en clara alusión al convenio de colaboración suscrito entre Renfe y DB, que contempla la posibilidad de establecer futuras alianzas para “incrementar y mejorar el transporte internacional de mercancías por tren entre España y Alemania”.

No obstante, expertos del sector ya señalaron en su día que las conversaciones entre ambas se concretaron en un acuerdo de “poco calado” y ven complicada la salida de Renfe de Transfesa, que “dependerá de la generosidad de la alemana”. Hasta la fecha, la pública, que participaba en 2012 en 27 sociedades, ha desinvertido en ocho, con un importe próximo a los 18 millones.

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