Abordar la logística del frío es impensable sin hablar de herramientas como IoT, big data, IA o machine learning
La facturación de la logística frigorífica creció un 58,6% en 2023, al pasar de 66,25 millones de euros en el primer trimestre de 2022 a casi 113 millones en el último trimestre de 2023, según Aldefe. Esta tendencia, impulsada por el auge de productos congelados, la explosión del ecommerce o el incremento del sector ‘farma’ y healthcare, viene acompañada de enormes retos para los operadores logísticos, que tienen que afrontar con éxito estrictos controles de calidad y temperatura, altos costes en el transporte y almacenamiento, rigurosos plazos de entrega, máxima trazabilidad, riesgos de roturas de stock, o situaciones de emergencia y alertas sanitarias. A lo anterior, se suma el reto de asumir los elevados costes de la energía (cerca del 40% del gasto de una empresa de logística del frío); impulsar la formación de los profesionales que manipulan la carga; o mantener información compartida en tiempo real entre los agentes implicados. La digitalización vuelve a ser nuestra gran aliada.
Estos desafíos necesitan del apoyo económico de las administraciones para que lleguen los fondos europeos, mejorar las infraestructuras logísticas e impulsar el transporte multimodal. Abordar la logística del frío es impensable sin hablar de herramientas como IoT, big data, IA o machine learning, que ayudan a eficientar operativas; avanzar hacia una movilidad inteligente y sostenible; tener mayor capacidad de reacción ante situaciones complejas; y lograr el máximo control sobre la mercancía. Todo eso requiere de recursos económicos, es decir, inversiones importantes.
También es fundamental mejorar los servicios de inspección en frontera, porque los actuales no tienen suficientes equipos humanos, cuentan con sistemas informáticos incompatibles entre sí y carecen de una dirección única, lo cual provoca duplicidades, ralentización de procesos y colapsos en fechas clave, y eso es romper la competitividad de toda la cadena. Renovar el modelo actual serviría no sólo para mejorar el comercio internacional de productos perecederos, sino también como palanca imprescindible para liderar los movimientos de mercancías globales.
Francisco Aranda
presidencia@unologistica.org