Retrasos de 90 minutos para realizar el trayecto entre Madrid y Burgos por las obras en la A-1

Los transportistas burgaleses esperan que se cumpla la previsión de acabar en 2011.

Las obras de acondicionamiento de la A-1 en el tramo entre Santo Tomé del Puerto (Segovia) y Burgos capital generan retrasos de hasta 90 minutos a los transportistas que circulan entre Madrid y Burgos. Los transportistas burgaleses esperan que se cumplan a rajatabla las previsiones de finalización de las obras antes del próximo año

Las obras de acondicionamiento de la autovía A-1 en su tramo entre Santo Tomé del Puerto (Segovia) y Burgos capital, es decir, entre los puntos kilométricos 101 y 247, que se iniciaron el pasado año están generando retrasos de hasta 90 minutos para realizar el recorrido entre Madrid y Burgos, según asegura José María Sanz, gerente de Asebutra, la patronal de los transportistas burgaleses.

Antes de la ejecución de las obras, que están dando lugar a desvíos y a la reducción de la circulación de uno a dos carriles en varios tramos del recorrido, “los transportistas venían empleando alrededor de tres horas y media en recorrer el trayecto Madrid-Burgos, mientras que ahora la media se ha elevado hasta casi las cinco horas”, recuerda Sanz. La consecuencia es que se han generado “daños significativos al transporte regional, tanto por la pérdida de eficiencia como por el incremento del coste al consumir más carburante”. Además, “vista la situación, el Ministerio tenía que haber apostado por una mayor tolerancia con el tacógrafo, por ejemplo”.

En todo caso, las previsiones que maneja el Ministerio de Fomento pasan porque las obras, en lo que se refiere a la afectación al tráfico, estén completamente terminadas a finales de 2011. Para 2012 quedaría pendiente la finalización de las obras sin afectación al tráfico. Por otra parte, los transportistas burgaleses se quejan de que la Administración se esté desentendiendo de otras obras también necesarias, como puede ser la mejora del asfalto en el entorno de la capital burgalesa, “que en algunos puntos, como en los accesos desde la autovía a la circunvalación, presenta una situación lamentable y que es sinónimo de accidentes para los transportistas”, asevera Sanz.

La reforma de la autovía A-1 entre Madrid y Burgos forma parte del ‘Plan de Autovías de Primera Generación’ del Ministerio de Fomento, que pretende poner al día las carreteras que se desdoblaron entre la década de los 80 y los 90 del pasado siglo. En el caso de la A-1, la reforma está afectando actualmente al tramo que va desde las faldas de Somosierra a la capital burgalesa (kilómetros del 101 al 247), quedando pendiente la licitación de las obras de acondicionamiento desde Madrid al kilómetro 101.

Financiación a través del peaje en sombra

El Ministerio de Fomento adjudicó bajo la fórmula de peaje en sombra hasta el año 2026 el diseño, construcción, conservación y explotación del tramo de la A-1 entre Santo Tomé del Puerto (Segovia) y Burgos, desde los puntos kilométricos 101 a 247. La adjudicataria es Sacyr Vallehermoso (95%) y su filial Valoriza (5%). El tramo concedido ha sido rebautizado por la adjudicataria como autovía del Arlanzón y será gestionado por Sacyr Concesiones.

Precisamente, el pasado mes de agosto, Sacyr cerraba un acuerdo para la financiación de 135,5 millones de euros destinados a este proyecto y aportados por Lloyds Bank, la alemana Kfw y el Banco Europeo de Inversiones (BEI). La inversión total que asumirá Sacyr se eleva a 226,4 millones de euros, según fuentes de la compañía. Sacyr Concesiones explota 33 activos en seis países (España, Portugal, Chile, Italia, Irlanda y Costa Rica), de los que 13 son autopistas de peaje directo y 9 de peaje en sombra.