España pone el foco en las elecciones europeas del 9 de junio para poder lograr una modificación del sistema de derechos de emisión al transporte marítimo, que penaliza la competitividad de los enclaves.
El negocio marítimo-portuario en Europa ha empezado desde el pasado 1 de enero a sufrir las consecuencias de la aplicación del sistema de comercio de emisiones del transporte marítimo (ETS).
Su impacto en los puertos europeos fue analizado ayer en el marco de un webinar organizado por el Grupo de Trabajo de Puertos de la Asociación Española del Transporte (AET) que preside Juan Manuel Martínez.
En la apertura de la jornada, Gerardo Landaluce, presidente de la Autoridad Portuaria de Algeciras, indicó que “pese a lo logrado en los últimos meses con el concepto de puerto de escala, la logística debe tener un espacio propio en los programas electorales y, para ello, tenemos que hacer lobby sobre este tema del ETS con la oportunidad que se abre con las elecciones europeas de junio de 2024”.
Landaluce señaló que el sistema ETS “es un caso de incoherencia, porque no tiene sentido una ley que defiende el medio ambiente y que permite la fuga de carbono y la creación de paraísos, cuando encima nos piden tener puertos más fuertes y estratégicos, mientras la competitividad se nos va mermando”. El presidente del puerto andaluz señaló que “con esta política europea se pone en entredicho el modelo de landport que venimos desarrollando en España y es un lastre para los tráficos de tránsito y de import-export que se generan fruto de la conectividad”.
Bahía de Algeciras dio la voz de alarma sobre este problema en septiembre de 2020. Fruto de sus alegaciones, y las efectuadas por otros puertos españoles como Valencia y Barcelona, así como Puertos del Estado y la Dirección General de la Marina Mercante, Bruselas varió varios aspectos de la directiva, como el mencionado tema del “puerto de escala”. Con esta modificación, un trayecto entre Shanghái, Algeciras y Dunkerque ha pasado de suponer un coste adicional por la normativa ETS de 338.000 euros a 52.000 euros.
MSC, única naviera que presentó alegaciones
Landaluce se mostró crítico con la actitud de las grandes navieras que circulan por el Estrecho de Gibraltar en la reclamación a la Comisión Europea por la implantación del sistema ETS, indicando que “a excepción de MSC nadie ha puesto en tela de juicio este sistema, ya que se dieron cuenta que con la ruptura de la alianza 2M estaban desprotegidos”.
Para Landaluce, “el sujeto pasivo del ETS no debería ser el buque sino el contenedor, que es el que quiere entrar en la Unión Europea”, señalando que “lo único que pretende la Unión Europea es buscar fuentes de financiación para otros temas y tienen que tener en cuenta que los puertos somos una herramienta y esto va a suponer una pérdida de empleo directo”.
En este sentido, a preguntas de Transporte XXI sobre una posible ayuda directa a las navieras en el sistema tarifario español para incentivar a los buques de tránsito internacional, Landaluce descartó una rebaja de las tasas para compensar el problema del ETS, matizando que “debemos incidir en el ámbito de la Comisión Europea para lograr la neutralidad del sistema ETS entre puertos”.
Con ello, puertos como Algeciras no estarían afectados por las decisiones de las navieras de evitar sus escalas en Europa utilizando puertos alternativos de Rusia, Marruecos, Turquía o Reino Unido.
Por su parte, Luis Núñez, jefe de división de proyectos europeos del puerto de Bahía de Algeciras centró su intervención en explicar los pormenores del sistema ETS, señalando que “al final, lo que han hecho las navieras es trasladar este coste al usuario final”.
Puso el foco en las navieras europeas, que “son las primeras que han buscado alternativas”, indicando que “no solo no estamos jugando llegar a perder hasta el 40 por ciento de las escalas, en el caso de Algeciras, sino que asistimos a una pérdida de seguridad y control de la cadena logística europea, mientras que se está haciendo un nuevo negocio sobre el carbono”.
Núñez explicó que Algeciras está impulsando la creación de un Observatorio del nuevo Régimen de Comercio de Derechos de Emisión, junto a otros puertos europeos y Puertos del Estado, con el objetivo de “identificar los riesgos de fuga de carbono” y que permita ofrecer “la falta de coherencia con la política europea y el perjuicio que se está realizando a la actividad del sector marítimo”.
Presión sindical
Por último, en la jornada telemática se dio a conocer que la European Dockworkers Council (EDC) y sus sindicatos miembros, como interlocutores sociales en el Comité de Diálogo Social Sectorial de Puertos de la Unión Europea, se concentrarán en Bruselas el próximo 3 de abril, “para advertir de las peligrosas decisiones que se están adoptando por parte de las autoridades comunitarias por falta de escucha a todos los actores del sector, los cuales deben de tener presencia y ser consultados en la definición de la políticas portuarias de la Unión Europea que podrían tener un fuerte impacto económico en los puertos y, por tanto, en la economía europea”.