El certamen, que mantiene alta participación institucional y floja de empresas, se debe de reinventar para recuperar su meta de ser la feria sectorial de referencia del sur de Europa.
Con demasiada representación institucional y baja de empresas de transporte y operadores logísticos, con pasillos despejados…, pero el Salón Internacional de la Logística y de la Manutención (SIL) de Barcelona ha logrado sobrevivir un año más, y es el tercero consecutivo, al envite de la crisis. Nadie cuestiona que el SIL se mantiene como punto de encuentro del sector: más de 600 entrevistas comerciales entre directores de logística y empresas participantes y 1.000 solicitudes de entrevistas comerciales entre visitantes profesionales y expositores gestionadas por la organización, según datos de propio comité organizador.
Eso sí, la feria se debe reinventar para estar considerada como punto de referencia del sur de Europa, la apuesta del SIL desde su primera edición, hace trece años. El cómo renacer no tiene una respuesta fácil, más en la situación actual. La organización del SIL ya inventó en 2010, y este año lo ha repetido, el hospitality area, un stand alquilado por horas, pero no ha sido suficiente: “se debe incentivar, de alguna forma, la participación de las empresas de transporte”, señala uno de los expositores.
Otras fuentes consultadas apuntan que la vía puede ser una alianza con un certamen ferial del norte de Europa de forma que, alternativamente, un año la cita sea en Barcelona y al siguiente en el país de su socio. Tradicionalmente, el presidente del comité organizador del SIL, Enrique Lacalle, ha rechazado frontalmente un certamen de periodicidad bianual con el argumento de que el hueco dejado lo ocuparía otro evento ferial.
Aunque no han faltado las quejas por el poco público o las escasísimas empresas de transporte y operadores logísticos participantes, la casi totalidad de los expositores consultados por este periódico coinciden en que el año próximo no faltarán a la cita. Y es que estar en el SIL es cuestión de imagen, que hay que mantener, incluso en épocas de vacas flacas como las actuales. “Han bajado mucho los visitantes, aunque el salón está aguantando el tipo. Lo hemos encontrado más flojo que el pasado año, pero somos una empresa europea que participamos en todas las grandes ferias y seguiremos en el SIL”, señalan desde TimoCom.
En una situación como la actual, la clave para intentar que la participación en el SIL resulte rentable es “ser proactivos, tener las agendas programadas” y no esperar a que el visitante acuda espontáneamente al stand, señalan desde Abertis Logística. El SIL “va a menos, cada vez es más institucional y tiene menos presencia el sector privado. Aunque, a nosotros, nos sigue siendo válido participar. El pasado año, cerramos dos operaciones importantes y esperamos concretar dos más este año”, aseguran desde la empresa de servicios de logística y transporte IST.
El operador logístico PKW III es uno de los pocos que se ha estrenado en el SIL esta edición. “Nuestra valoración es muy positiva porque partíamos de cero. El SIL es un buen escaparate para la apuesta que hemos hecho por la diversificación de sectores”, señalan desde esta compañía, especializada en servicios al sector de la automoción. “No hay mucho público, pero el que se acerca, está interesado”, añaden desde el grupo marítimo Grimaldi, uno de los clásicos del SIL y que tampoco faltará a la cita el próximo año.
No será el caso de Transics, empresa de servicios al transporte, que ha participado intermitentemente en el certamen: “no repetiremos la próxima edición porque no nos sale a cuenta ya que la inversión es grande”. La otra pata del SIL, las jornadas técnicas han vuelto a tener un buen nivel por la calidad de los conferenciantes. Y ello se ha notado, un año más, en el público que ha asistido, hasta el punto que alguna jornada ha colocado el cartel de completo. La próxima cita del SIL: del 5 al 8 de junio de 2012.
Y el ministro Blanco volvió a la tierra para prometer la luna
En la inauguración afirmó que los accesos al puerto de Barcelona, aplazados ‘sine die’ por su cartera, “son una de mis prioridades”
No es fácil mantener la concentración cuando en las elecciones del 22 de Mayo te han metido un revolcón sin precedentes. Algo así debió ocurrirle al ministro de Fomento, José Blanco, que andaba despistado en el acto de concesión de los VII Premios SIL de Logística, cuando Enrique Lacalle, el presidente de la feria, le pasó el testigo para que entregara a Repsol el premio al Mejor Proyecto Nacional, que recogió Pedro Fernández Frial, por sus red de estaciones de servicio sostenible.
Pronto se dio cuenta el ministro, aunque antes tuvo que preguntar a su diestra si era su turno, que la cosa iba con él. El Premio SIL a la Mejor Empresa Logística Nacional recayó en Tradisa, y fue recogido por Cristina Guiral, presidenta de la compañía. Antes del divertido paseíllo por la feria, donde el observador lego puede hacer cábalas sobre qué stand visitará o no el ministro, aunque el itinerario está marcado de antemano, fue el turno de los discursos.
Blanco, que ya había vuelto a tierra, hizo un parlamento dedicado en exclusiva al transporte de mercancías y la logística, algo que agradeció el público, acostumbrado como está de ediciones anteriores a que el político que preside la inauguración se vaya por los cerros de Úbeda. Pero Blanco también suele ser dado a ponerse estupendo, y no perdió la ocasión de prometer la luna, cuando la realidad se empecina en demostrar que los recursos públicos escasean.
“Los accesos terrestres (al puerto de Barcelona) son unas de mis prioridades. Buscaremos la colaboración de los privados y nos pondremos de acuerdo con la Generalitat”, dijo el ministro, dejando estupefacta a la sala, sabedora de que los accesos al puerto que ahora preside Sixte Cambra llevan unos cuantos años de retraso. En resumidas cuentas, el ministro Blanco en estado puro. Previsible fue la alocución de Lluís Recoder, el conseller de Política Territorial, que reclamó a Madrid las infraestructuras que ahora se le han revelado al ministro como una de sus prioridades.
Recoder pronunció la casi totalidad de su discurso en catalán, un hecho que chirrió, pues el SIL de Barcelona, que puede presumir en esta edición de haber contado con la visita de una delegación de China, es, en palabras de su presidente Lacalle, “el primer salón del sur de Europa y del Mediterráneo”. No hay espacio suficiente en estas columnas para consignar la nutrida representación institucional que encabezó el paseíllo por la alfombra roja, aunque es obligado hacer un hueco para José Luis Cachafeiro, secretario general de Transportes, que estuvo abonado al certamen, bien dando una ponencia o firmando un convenio con Seat para la prestación de servicios ferroviarios en la factoría de Martorell, que suscribió Juan Ramón Rodríguez, director de la planta.
También se pudo ver a Juan Antonio Delgado y Gerardo Landaluce, los máximos responsables de las estrategias comerciales de los puertos de Valencia y Bahía de Algeciras, respectivamente, darse un buen apretón de manos y mantener una amigable charleta; y a Ignacio Álvarez- Osorio, el gerente de Red Logística de Andalucía, que sigue en la pelea de sacar adelante el corredor central pirenaico.
Las empresas, aunque en menor número de lo deseado a raíz de la larga resaca de la crisis, fueron las protagonistas. Empezando por Noatum, la antigua Dragados-SPL, que aprovechó su stand para presentar la nueva marca, con Douglas Schultz, el consejero delegado a la cabeza, acompañado de Charles Baker, director comercial, Antonio Campoy, presidente de Marmedsa, y Miguel Ángel de Lucas, director de Universal Global Logistics.
Además, estuvieron Miguel Ambielle, presidente de Kuehne & Nagel, que ocupó por un día el hospitality area y tuvo como ponente principal a Pere Padrosa, presidente de Astic; Javier Bilbao, director de DHL Supply Chain, que aprovechó el mismo espacio para presentar el informe de DP que analiza las claves para lograr una logística sostenible; Juan Riva, presidente de Flota Suardiaz; Luis Zubialde, consejero delegado de Palletways Iberia, que presentó las expectativas de crecimiento de la red de paletería; Luis Ángel Gómez y Alberto Fernández de la Pradilla, director general y director comercial de Norbert Dentressangle Gerposa, respectivamente, que se hicieron eco de los ambiciosos planes de expansión del grupo; Manuel Acero, director de Renfe Mercancías, que presentó el nuevo modelo de explotación de la publica para dar entrada a los privados; Antonio Fontevilla, director comercial de Ceva Logistics; Ana Subijana, directora de Marketing para España de Timocom; Tinne Baele, directora de Marketing de Transics, Francisco Javier Malaver, director de Operaciones de PKW Logistik Iberia; Nicolas Pontier, director comercial de Novatrans; Betty Olle, de Lorry Rail; Anna Borgogno, gerente de I.S.T.; Adrien Villeneau, de BNP Paribas Real Estate; Sylvia Rausch, directora de Negocio de Abertis Logística, y Susana Prades, de Abertis Autopistas; Ignacio Larequi, director comercial de DP World Tarragona; Alberto de Domingo, de Teleroute; Jhonny Blamoutier, director comercial de Ewals Cargo Care; Maria Lluisa Puig y José Luis López, directores de CTC Ingeniería; Mario Masarotti y David Anton Knaepen, consejero delegado de Grimaldi Logística España y director de Finnlines, respectivamente; el bueno de Javier Vidal, director de Tercat; y el entrañable Jordi Mallol, ex presidente de Feteia, entre otros.