Tras la liquidación de su filial Oihala y salirse de la transitaria CLI, la empresa de internacional absorbe su compañía de grupaje.
La guipuzcoana San José-López, que centra su actividad en el transporte internacional por carretera en la modalidad de carga completa, culmina la reorganización del grupo y vuelca su estrategia de expansión en Marruecos, donde cuenta con una filial, Tremsa, y una base de tráfico.
Así lo confirmaron a este periódico fuentes de la compañía, que trata de “racionalizar la actividad” del grupo en el marco de la actual coyuntura económica de caída de la actividad, que ha provocado un fuerte descenso de los tráficos en el sector del transporte por carretera. Tras la liquidación de su filial Oihala, acordada en junio de 2010, y vender hace casi un año el 60 por ciento de su participación en la transitaria Coslada Logística Internacional (CLI), a su socio Sertrans, San José-López ha llevado a cabo recientemente la fusión por absorción de su compañía de transporte de grupaje, SJL Grupaje Lanbarren.
La citada empresa se creó en el año 2006 tras adquirir el grupo el fondo de comercio en Irún de la empresa Marichal Forwarding, en concurso de acreedores, para desarrollar el negocio de grupaje. La filial de San José López cerró 2010 con una facturación de cerca de 7 millones de euros, lo que supuso una caída del 4,5 por ciento. San José-López, uno de los principales grupos españoles de transporte por carretera, nace en 2002 como resultado de la fusión de dos históricas del sector, Transportes Internacionales San José y Transportes López.
El grupo alcanzó una cifra de negocio de 67,28 millones en 2010 (incluyendo la facturación de CLI), con un crecimiento del 5 por ciento, tras la brusca caída del 20,8 por ciento del ejercicio anterior. La carga general representa más del 80 por ciento de sus tráficos, mientras que el resto se distribuye entre los sectores del textil, frío y especiales. La apuesta de la compañía guipuzcoana de transporte, con sede en Oiartzun, se centra actualmente en el mercado marroquí, que considera “estratégico” y con un “enorme potencial de crecimiento”, según señalaron los mismos interlocutores.
De hecho, como ya avanzó este periódico, la compañía cuenta con una plataforma logística en Tánger y acomete la construcción de un nuevo almacén de 2.000 metros cuadrados en la zona franca del complejo portuario de Tánger Med.