La concesión de TPS-Cyes fue adjudicada en 2007 y tenía previsto invertir 92 millones.
Sagunto Bulk Terminal está negociando un aplazamiento de entre dos y tres años ante la crisis de sus inversiones cifradas en 92 millones de euros en la futura terminal de graneles sólidos de la ampliación del puerto de Sagunto. La concesión, una joint venture entre la estibadora TPS y la constructora Cyes, fue adjudicada en el año 2007
Sagunto Bulk Terminal (SBT) mantiene negociaciones con la Autoridad Portuaria de Valencia para aplazar las inversiones comprometidas en su concesión de la segunda dársena del puerto de Sagunto, según ha podido saber este periódico en fuentes solventes. La compañía, una joint venture constituida en junio de 2007 con un capital de un millón de euros entre la estibadora Tarragona Port Services y la constructora Cyes, habría pedido una prórroga temporal importante para la entrega de su concesión, de entre dos y tres años, ante la grave crisis que existe en el negocio granelero en España.
En este sentido, fuentes solventes señalan que “no hay mercado para nuevas terminales en el Mediterráneo”, agregando que “encima hay una fuerte presión de precios en el mercado del granel sólido”. La crisis de la construcción, de la industria cerámica y energética y de la obras públicas se han cebado con las estibadoras de graneles sólidos en el ámbito de la Comunidad Valencianas.
El conjunto de las estibadoras han dejado de gestionar un volumen de 6,3 millones de toneladas en los dos últimos años, entre los puertos de Castellón, Valencia y Alicante, lo que supone practicamente el 50 por ciento del tráfico que generó el sector en 2007 en los tres puertos valencianos, un registro histórico de 12,7 millones de toneladas de graneles sólidos. El proyecto de Sagunto Bulk Terminal fue adjudicado el 27 de abril de 2007 por el consejo de administración del puerto de Valencia. La firma se comprometía a asumir el pago de la inversión por la infraestructura portuaria que adelantaba la Autoridad Portuaria en el Muelle Sur, pagando por ello 27,09 millones de euros que debían ser abonados en seis cuotas trimestrales.
La inversión ascendía a 92,3 millones de euros, de los cuales 31 iban destinados a la construcción de muelles y explanada. El objetivo era poner en servicio una terminal ecológica, con un diseño automatizado para que todo el proceso de transferencia de los graneles sucios no tuviera contacto con el medio ambiente. La terminal, con 150.000 metros cuadrados de superficie y 600 metros de línea de atraque, tenía previsto un tráfico de 2,6 millones de toneladas a partir de su tercer año, con un objetivo de mover un total de 100 millones de toneladas en sus 30 años de concesión.