La falta de conductores viene motivada por los bajos salarios, las duras condiciones laborales y el elevado coste del carné
¡Quién nos iba a decir hace unos años que uno de los mayores problemas del sector transporte por carretera iba a ser la falta de profesionales que quieran trabajar como conductores! Este problema es especialmente importante en España, ya que las mercancías se mueven mayoritariamente por carretera. Según un informe de la Organización Internacional de Transporte por Carretera (IRU), España necesita entre 18.000 y 20.000 conductores. Esta situación se agrava por el hecho de que el 70% de los conductores en activo supera los 50 años. El problema es generalizado en el mundo desarrollado ya que, según el informe, en Europa faltan más de 500.000 conductores, y en Estados unos 80.000. La falta de profesionales amenaza con paralizar las cadenas de suministro de bienes, afectando al abastecimiento de personas e industrias.
Esta situación es llamativa cuando en España el paro juvenil supera el 33,4% y la profesión de transportista no requiere un nivel de especialización muy elevado. La falta de conductores viene motivada por los bajos salarios, las duras condiciones laborales y el elevado coste de obtener un carné profesional. Según la Academia del transportista, este último asciende a unos 5.000 euros, ya que los permisos se expiden únicamente en escuelas privadas.
Varias soluciones pueden plantearse para solucionar la escasez de profesionales. Por una parte, parece razonable modificar el marco jurídico actual para flexibilizar el ejercicio de la profesión en España. Por otra parte, tiene sentido facilitar permisos de trabajo a las personas inmigrantes que quieran dedicarse a la profesión, así como admitir la capacitación de extranjeros como conductores en nuestro país. Finalmente, sería un acierto integrar la obtención del carnet profesional en el marco de la formación profesional.
José Manuel Vassallo
josemanuel.vassallo@upm.es