La terminal de graneles sólidos acelera las obras de reforma de su concesión, pese a la caída del 49% de las importaciones de China.
Terminales Marítimas Servicesa ha dejado de mover 500.000 toneladas de clinker chino en su concesión del puerto de Valencia por la crisis del sector de la construcción durante el primer trimestre de 2008. La terminal de graneles está acelerando las obras de reforma de su concesión, pese a la caída del 49 por ciento de la importación china
La crisis del sector de la construcción ha aterrizado con fuerza en el puerto de Valencia. Su principal plataforma de graneles sólidos, Terminales Marítimas Servicesa (TMS) ha dejado de gestionar en el primer trimestre de 2008 un total de 500.000 toneladas de clinker procedente de China, según los últimos datos estadísticos de la Autoridad Portuaria de Valencia. La caída de las importaciones es notable. Un 49 por ciento de bajada, ya que Servicesa ha pasado de manipular 1.019.380 toneladas de clinker procedente de China en el primer trimestre de 2007 a sólo 519.255 toneladas.
Este tráfico de importación suponía el pasado año el 86 por ciento de todo el movimiento de cemento y clinker registrado, mientras que en 2008 su peso comercial ha bajado, suponiendo el 74 por ciento de lo volúmenes operados por los operadores que manejan este tráfico (Servicesa, Cemex, Holcim, Silos y Almacenajes de Valencia), si bien el 95 por ciento del tráfico se concentra en TMS. En los datos globales de tráfico de cemento y clinker, el puerto de Valencia registra una caída del 40 por ciento, pasando de 1.176.000 toneladas en el primer trimestre de 2007 a 698.000 toneladas en 2008.
Fuentes de la Autoridad Portuaria calculan “una disminución del tráfico de clinker de dos millones de toneladas durante 2008”, de los cuatro millones de toneladas con que cerró el puerto el pasado año, situación que será paliada con los nuevos tráficos de gas natural y de automóviles en Sagunto, así como con el fuerte incremento de los tráficos de transbordo. Por otro lado, fuentes de Servicesa han señalado que “la terminal mantiene su proyecto de reforma y ampliación de sus instalaciones con normalidad”, incluso “las obras van por delante de su calendario previsto”. TMS está acometiendo una inversión de 46 millones de euros para adecuar la terminal a las nuevas exigencias mediambientales y para ampliar su capacidad de stock.