Terminales Marítimas del Guadalquivir mejora un 8% los flujos de mercancías por vía ferroviaria, volúmenes que devuelven la tendencia positiva al negocio intermodal del enclave andaluz.
Terminales Marítimas del Guadalquivir (TMG) ha mejorado, en el primer cuatrimestre de este año, un 8 por ciento los flujos de mercancías por vía ferroviaria entre el puerto de Sevilla e instalaciones intermodales en Madrid, Bilbao, Sines, Córdoba, Valencia y Jerez de los Caballeros. La instalación movió 123.002 toneladas hasta abril, según los datos oficiales de la Autoridad Portuaria.
Estos volúmenes rompen la tendencia negativa en el tonelaje transportado con el que se cerró el ejercicio 2023, periodo en el que se tramitaron por vía ferroviaria un total de 375.676 toneladas, una cifra que supuso un descenso del 10,8 por ciento.
Por su parte, el tráfico de contenedores genera un descenso del 3,6 por ciento en el primer cuatrimestre, con 14.001 TEU manipulados, “al haberse gestionado un menor número de vacíos”, explican fuentes portuarias consultadas.
La instalación intermodal del puerto de Sevilla cerró el pasado año con cifras positivas en el movimiento de contenedores, con un flujo de 43.442 TEU, lo que supuso un avance del 2 por ciento. El tráfico gestionado aún está lejos de los 55.131 TEU logrados por el enclave en 2020, año en el que registró un récord en este segmento de tráfico.
TMG, estibadora propiedad de Boluda y CMA CGM, explota las terminales marítima y ferroviaria en la dársena de Batán, con una superficie de 18 hectáreas, operando una línea de atraque de 350 metros y una rampa para buques de carga rodada. La terminal ferroviaria dispone de tres vías que permiten la composición de trenes de contenedores de hasta 750 metros de longitud. La instalación intermodal, integrada en la Dársena del Batán, concretamente en el Muelle del Centenario, puede puede prestar servicio hasta a 5 trenes a la vez.
En los últimos años, con el desembarco de Boluda en el puerto de Cádiz, a partir del ejercicio 2020, hubo una afectación a los volúmenes operados en Sevilla. Sin embargo, Boluda no ha descuidado su actividad en la dársena porque para el grupo valenciano la terminal de Sevilla “es clave” en la estrategia logística del grupo. Boluda ha venido centrando su apuesta en la sincromodalidad, es decir, la integración de camión, tren y buque en el desarrollo de la cadena de suministro dentro del objetivo de ofrecer un transporte sostenible a los cargadores. Sevilla actúa, en el lado marítimo, como un enlace directo con la terminal del grupo en Cádiz, gestionando más de mil contenedores marítimos semanales con el archipiélago canario, junto a los flujos ferroviarios. Al mismo tiempo, la terminal es vital para la ejecución del plan intermodal del Puerto de Sevilla con el interior de España.
La Autoridad Portuaria planea añadir en los próximos ejercicios nuevos tráficos en la dársena como los que se puedan generar con la autopista ferroviaria impulsada junto al Adif, Rail & Truck Strait Union y Grupo Pantoja.
Asimismo, será esencial en su desarrollo el nuevo acceso ferroviario al enclave, que “ayudará a dar un salto de calidad y ganar en competitividad y eficiencia”, según han explicado a Transporte XXI fuentes de la Autoridad Portuaria de Sevilla. Los trabajos, que ya están en marcha por parte del Adif, consisten en la construcción de un ramal destinado al tráfico de mercancías que conecta el puente ferroviario sobre el río Guadaíra con la terminal de mercancías de La Negrilla.
Acceso directo
Con esta actuación, se logra un acceso directo al enclave para evitar las maniobras de inversión que actualmente se realizan en las estaciones de La Salud, Dos Hermanas e incluso Utrera, reduciendo los tiempos de paso del tren en alrededor de dos horas y media. Asimismo, el puerto tiene en proyecto la ejecución de un nuevo ramal que facilitará el acceso ferroviario hasta las nuevas terminales portuarias y desarrollos logísticos previstos en la Dársena del Cuarto, la zona de expansión del puerto.