La estibadora optará a la explotación de la terminal ferroviaria de la Zona Franca para poder componer trenes con productos siderúrgicos y químicos con el interior peninsular.
Sevitrade desembarcará en el negocio intermodal en Sevilla, diversificando su papel de operador portuario especializado en tráficos graneleros, líquidos y sólidos, según han confirmado a Transporte XXI fuentes de la compañía hispalense.
El objetivo de la estibadora, que dirige Javier García Senent, es optar a la licitación de la utilización de la nueva terminal ferroviaria de la Zona Franca, gracias a las obras que viene ejecutando la Autoridad Portuaria. La inversión, de un millón de euros, permitirá ampliar el actual ramal ferroviario a esta zona con la creación de una playa de vías, como ya anticipó este periódico.
La compañía, que es la única estibadora del polígono, quiere incentivar los flujos ferroviarios con la generación de trenes de hasta 700 metros, ofreciendo “potencial para tráficos de productos siderúrgicos y químicos que nos permitan ampliar nuestra presencia en mercados del interior peninsular”.
Junto a este proyecto, la compañía destaca su puesta de largo en el puerto de Motril, donde ha iniciado una primera inversión con la puesta a punto de un parque de depósitos que se podrán operar a través de una red de tuberías con los buques que arriben al enclave granadino. Esta apuesta “dará lugar a una segunda gran inversión que afianzará la presencia de Sevitrade en Motril”. El objetivo del operador es “aumentar nuestra presencia en el hinterland peninsular de la zona de levante y la fachada mediterránea andaluza”.
La compañía, que espera que 2023 sea un año de contracción de sus inversiones, ha culminado un plan, activado en 2019, por un valor de 8 millones de euros, que ha permitido un crecimiento de su capacidad de almacenamiento con la puesta en marcha de nuevos espacios en el puerto de Sevilla. La estibadora incorporó tres nuevos almacenes en 2022, con un total de 16.000 metros cuadrados, ofreciendo actualmente una capacidad instalada para almacenamiento de 500.000 toneladas.
En cuanto al comportamiento de los tráficos, fuentes de Sevitrade han explicado a este periódico que “2022 ha sido un buen año para la empresa” al haber alcanzado el millón de toneladas, un flujo que ha ido superando y manteniendo el operador en los últimos cinco años. La estibadora gestiona el 100 por ciento de los graneles líquidos del puerto de Sevilla, más de 400.000 toneladas en 2022, un tráfico que ha experimentado un notable aumento en las dos terminales de la compañía donde se han operado más de cien buques, destacando los flujos de grasas vegetales y productos químicos.
Por su parte, el operador superó el 40 por ciento de los flujos de graneles sólidos del enclave hispalense, un negocio en el que durante el pasado año hubo un destacado aumento de la importación de cereales, con un flujo de 300.000 toneladas, lo que ha posicionado a Sevitrade como un operador de referencia en estos tráficos en el enclave andaluz.
La compañía indica que ciertas mercancías, como el acero o los fertilizantes, sufrieron descensos durante el pasado ejercicio “debido a la subida de los precios de las materias primas, además de la sequía que azotó el sur peninsular y el parón de las siderúrgicas por la subida del precio de la electricidad”.
Por su parte, Sevitrade indica que “la carga de proyecto sigue afianzándose en el polígono de Astilleros, en la zona franca”, donde la compañía gestionó durante el pasado año más de una docena de operativas, con más de 15.000 toneladas manipuladas. Destacan secciones de torres eólicas marinas, piezas para plataformas petrolíferas y pasarelas de puentes, entre otros.
Normalización del mercado
Sevitrade prevé que se revierta en 2023 el retroceso de índole coyuntural que ha afectado al comportamiento de los graneles sólidos, aunque destaca que “desde hace varios años se mantiene una intensa actividad de almacenamiento y envasado de fertilizante a granel, que va más allá de las campañas agrícolas”.
En este sentido, el operador destaca que empieza a haber un empuje de los flujos de fertilizantes gracias a las lluvias de finales del ejercicio. Al mismo tiempo, estima una progresiva campaña de importación de cereal, que “sigue fuerte, con una media de dos barcos a la semana”, y mantiene una destacada actividad en la terminal de líquidos, con “diversos tipos de grasas vegetales para abastecer a las refinerías andaluzas”.
La estibadora pronostica que a lo largo del presente año “el precio de los fletes bajará y el tráfico en los puertos ucranianos seguirá normalizándose, situaciones que ayudarán no solo a encontrar buques adecuados para nuestros clientes y sus cargas, apto para el calado de 7,20 metros del Guadalquivir, sino un mejor y más barato abastecimiento de materias primas procedentes del Mar Negro, tan importantes para la industria agroalimentaria”.
Por otro lado, desde Sevitrade se observa una reactivación de la carga de proyecto y la importación de planchas de acero con destino a la industria offshore en 2023, junto a la captación de otros tráficos “que encuentren en nuestras instalaciones su mejor opción como acceso logístico al sur peninsular”.