Enrique Lacalle
A pesar de las dificultades económicas propias del momento, el SIL, que se reinventa permanentemente de la mano del sector, ha vuelto a dar la cara, siendo rentable para las empresas. Personalmente, me considero un inconformista por naturaleza y me gustaría tener dos pabellones de exposición y las 1.000 empresas expositoras que tuvimos hace ya algunas ediciones, pero la situación económica actual da para lo que da.