El Ayuntamiento no ofrecerá terrenos alternativos a Fomento, que sigue sin planificar una solución a medio plazo para la estación.
El Ayuntamiento de Silla ha reiterado su amenaza de cerrar la terminal propiedad del ADIF de forma indefinida, pese a lo que dictamine la justicia en Valencia. El alcalde del consistorio ha cerrado la posibilidad de negociar cualquier nuevo emplazamiento de la terminal en el municipio, mientras Fomento sigue sin planificar una alternativa futura.
“No vamos a ofrecer otros terrenos para que se ubiquen, lo único que queremos es que la terminal no siga en el casco urbano de Silla”. Así de rotundo se expresa el alcalde de la localidad valenciana de Silla, Francesc Baixauli, que ha reiterado su amenaza de cerrar la terminal propiedad del ADIF de forma indefinida, pese a lo que dictamine la justicia en Valencia, y de negociar cualquier nuevo emplazamiento con el Ministerio de Fomento, asegurando que “no vamos a mantener ni una sola reunión más con el ADIF”, ya que el objetivo del consistorio es trasladar “para siempre” la terminal ferroviaria de los terrenos donde actualmente está ubicada, a cincuenta metros de un colegio y a veinticinco de las fachadas de edificios, construidos con posterioridad a las actuales instalaciones del ADIF.
En este sentido, el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número uno de Valencia ratificó el pasado 22 de octubre la suspensión del decreto municipal del día 15 de octubre por el que se prohibía la entrada de camiones con contenedores en la terminal de Silla, “al no constar el transporte de mercancías peligrosas en la actualidad”, desestimando la petición del ayuntamiento de mantener cerradas las instalaciones de 22 a 8 horas y no atendiendo también las denuncias por ruidos. El juzgado entiende que “se acredita que el cierre entrañaría un perjuicio irreparable”, resolviendo que “resulta necesario la actividad de la central de contenedores para garantizar el sistema de transporte de mercancías en todo el territorio de la comunidad autónoma y del resto del Estado”. Pese a la decisión del juzgado valenciano, el alcalde socialista de Silla ha anunciado que “recurriremos hasta el Supremo” con el objetivo de cerrar definitivamente la terminal ferroviaria.
El alcalde basa su decisión en la existencia de contenedores con mercancías peligrosas en el interior de la terminal y en un estudio acústico encargado por el propio Ministerio de Fomento en el que se dice que “los niveles se sitúan muy por encima de los permitidos”. Asimismo, Fomento admitió en sus alegaciones ante el juzgado contra el decreto del ayuntamiento de Silla la existencia de 19 registros informáticos de operaciones con mercancías peligrosas entre mayo de 2004 y la actualidad, aunque según el ADIF “en ningún caso se corresponden con operaciones físicas, ya que sin perjuicio de estar inicialmente destinadas a Silla se efectuaron en otra terminal”. En estos registros informáticos, ADIF admite la realización de operaciones de anhídrido acético, ácido perclórico, butano estabilizado y líquido corrosivo con “destino a Silla”, si bien la entidad pública de Fomento afirma que desde mayo de 2004 no ha habido entradas de contenedores con mercancías peligrosas en sus instalaciones de Silla.
Sin alternativa posible La insistente amenaza del ayuntamiento de Silla, con dos cierres desde 1999, y el hecho de que la terminal esté tan sólo a veinticinco metros de viviendas, no ha hecho al ADIF variar en su planteamiento. La empresa pública sigue “en sus trece” y no tiene previsto buscar a medio plazo un nuevo emplazamiento para Silla, pese a ser la tercera terminal intermodal de España en actividad, con un tráfico de 75.000 contenedores anuales. De hecho, como anunció este periódico en su pasada edición, los presupuestos del ADIF no contienen ni un euro para estudios o nuevas construcciones de terminales intermodales en la provincia de Valencia. En la actualidad, además de la terminal de Silla, el ADIF explota en la provincia de Valencia la estación de apoyo al puerto de Valencia, en Fuente de San Luis, y una terminal en Sagunto. En ambas terminales no se pueden operar unidades de transporte intermodal, ya que no existe maquinaria para la manipulación de contenedores. Incluso en Fuente de San Luis no pueden acceder ni camiones, lo que supone que cualquiera de las dos terminales no pueden, en un momento dado, convertirse en una alternativa ante un nuevo cierre de la terminal de Silla.