Sólo el 30% de empresas familiares pasan de la primera a la segunda generación en España

En el 87% de los casos, las causas tienen que ver con las interrelaciones personales.

Sólo el 30 por ciento de empresas familiares consiguen pasar de la primera a la segunda generación en España. En el 87 por ciento de los casos, las causas están relacionadas con las interrelaciones personales, mientras que en el restante 13 por ciento tienen que ver con cuestiones de madurez del negocio o de la situación financiera

En España, únicamente el 30 por ciento de las empresas familiares consiguen realizar con éxito el tránsito entre la primera y la segunda generación, según se puso de manifiesto en la jornada sobre ‘La empresa familiar de transporte por carretera. Estrategias para la continuidad’, organizada recientemente en Madrid por la Fundación Corell. Entre las causas destacan las ligadas a las interrelaciones personales.

Así, el 62 por ciento de la no continuidad está relacionado con la falta de intereses comunes entre familiares y un 25 por ciento con los problemas de armonía familiar. Por su parte, las causas ligadas directamente a la madurez del negocio o una situación financiera vulnerable suponen un 10 y 3 por ciento, respectivamente. Según el responsable del Área de Empresa Familiar de la consultora O-Kyaku, Adolfo Amaro, “la familia puede condicionar de forma seria las decisiones del Consejo de Administración y el funcionamiento de la empresa y cuando esto ocurre puede estar en peligro el futuro de la compañía”.

Para Amaro, el momento más crítico de una empresa familiar tiene lugar “cuando se produce el paso de la primera a la segunda generación, por una crisis de liderazgo y organización de la empresa”. Una vez superado este momento crítico, con la segunda generación y solventada la sucesión, la empresa familiar tiende a profesionalizarse y decrece el número de familiares que participan directamente en la misma.

Al margen de la gestión, otro rasgo común a la mayoría de las empresas familiares es que la propiedad se transmite por herencia, ya que “muy pocas transmisiones se hacen intervivos”. Además, otro factor a tener en cuenta en “la tremenda fuga de empresas familiares entre la primera y la segunda generación, es que sólo entre el 5 y el 7 por ciento tienen planes estratégicos, todo se desarrolla en base a la intuición más que por una gestión profesionalizada”.

En este sentido, los cinco grandes temas a planificar y regular para una correcta transición de la primera a la segunda generación de la empresa familiar tienen que ver con el patrimonio (herencia, venta de acciones y liquidez y dividendo), la cohesión familiar, la sucesión (que conlleva un proceso de preparación del sucesor y del sucedido), el poder (transmisión de la propiedad) y la organización (profesionalización de la gestión).