El puerto de la Bahía de Cádiz, a través de las empresas Agencia Marítima Portillo y Vapores Suardíaz Suratlántico, ha recuperado el tráfico de importación de chatarra, que había perdido hace más de 15 años. En concreto, el pasado 5 de mayo, el buque “Golden Star”, procedente de Houston (USA), escaló en el muelle de La Cabezuela de Cádiz, donde descargó 21.005 toneladas de chatarra de hierro fragmentada.
El buque fue operado por Agencia Marítima Portillo y consignado por Vapores Suardíaz Suratlántico. “La operación se desarrolló sin contratiempos, dentro del tiempo de plancha previsto, concluyendo en la noche del viernes 8 de mayo”, apuntaron fuentes solventes. La chatarra se consumirá en una siderúrgica ubicada en la provincia de Sevilla, que, a pesar de la crisis, mantiene su ritmo de producción gracias a “la demanda de hierro redondo de construcción de los países del Magreb”.
El transporte desde el puerto de la Bahía de Cádiz hasta la factoría de Sevilla fue realizado en bañeras de los transportistas Cooperativa del Cuervo e Hispaquivil. En la operativa en la capital hispalense tambien participa Estibadora Sevillana, participada por Agencia Portillo y Vapores Suardíaz. Hasta ahora, el tráfico de importación de chatarra con destino a la citada factoría se realizaba a través del puerto de Huelva, que lo ha perdido en favor de la Bahía de Cádiz, lo que demostraría la existencia de la siempre cuestionada competencia entre las dársenas nacionales, mayor, ahora si cabe, en plena crisis y con un desplome de los tráficos marítimos que aún no se sabe si ha tocado fondo.
Aunque la actual coyuntura impide dar cifras exactas, los fuentes consultadas estiman que el puerto de Cádiz, a través de la citadas empresas, moverá 100.000 toneladas de chatarra de hierro de importación con destino a la siderúrgica de Sevilla en 2009.
Lo llamativo de este tráfico es que Estados Unidos no es un país exportador de chatarra, sino importador, lo que es una muestra del desajuste comercial motivado por la actual crisis. Antes de la recesión, la siderúrgica sevillana, que ahora importa producto de Norteamérica, compraba chatarra en el Magreb, norte de Europa y los países del Mar Negro.