Un informe de Anfac critica los servicios portuarios, mientras los puertos dudan sobre su metodología y recuerdan que sólo el 30% del precio lo aplica la autoridad portuaria.
Las tarifas y la estiba son los principales puntos negros de los puertos españoles para los fabricantes de vehículos. Un informe de la patronal Anfac critica los servicios portuarios, mientras los puertos dudan sobre su metodología y recuerdan que sólo el 30 por ciento del precio es aplicado directamente por la autoridad portuaria
En el año 2007, los puertos españoles movieron un volumen de vehículos terminados superior a los tres millones de unidades. Además, se esperan aumentos en los próximos años hasta alcanzar los cuatro millones de vehículos en 2011, según anunció el presidente de Anfac, Juan Antonio Fernández de Sevilla, en la presentación del informe sobre servicios portuarios que ha elaborado esta patronal. Los fabricantes de vehículos tienen “una gran preocupación con respecto al servicio que están ofreciendo los puertos españoles”, señaló Fernández de Sevilla.
Así, en 2004 se promovió un referencial por parte de Anfac y Puertos del Estado que “ha permitido implicar en la mejora de la calidad a todos los agentes de tráfico en los puertos. Casi todos los puertos se han acogido a este sistema de calidad y los pocos que no lo han hecho están en proceso”, aclaró el presidente de Anfac. De todos modos, los fabricantes de vehículos siguen “insatisfechos, tanto por las condiciones como por el coste del servicio, por lo que hemos decidido hacer un informe para valorar el servicio de los puertos españoles”, apuntó Fernández de Sevilla.
Este informe, en el que han participado 11 empresas y que se pretende actualizar anualmente, arroja unos resultados negativos para el sistema portuario español. “La realidad nos muestra que ni la calidad ni los costes son los adecuados para conseguir los objetivos perseguidos por los fabricantes”, señaló el director general de Anfac, Luis Valero. Los aspectos más controvertidos son las tasas portuarias y la estiba. En cuanto a las tasas portuarias, los fabricantes consideran que son “elevadas y vienen determinadas por criterios que no se ajustan a la realidad del mercado ni a las características de la mercancía”, apuntó Valero. Además, el informe pone de manifiesto las dificultades para conseguir una cierta flexibilidad en los horarios y jornadas de la estiba a precios razonables.
Según Valero, el funcionamiento de los estibadores es un problema estructural. Por ello, el estudio valora más positivamente a aquellos puertos en los que existe una mayor libertad para que los operadores logísticos que operan en los mismos trabajen con personal propio. Junto a estas dos circunstancias, el informe considera que debe destacarse la falta generalizada de infraestructuras en los puertos españoles.Valero quiso quitar hierro a la dureza del informe, “en el que los pocos que aprueban lo hacen justito”, asegurando que es una herramienta para trabajar con Puertos del Estado y con los puertos de forma individual y reconoció que en el caso de las deficiencias de infraestructuras, “nos salimos de las competencias de los puertos”.
Sin embargo, el presidente de Anfac fue más rotundo al señalar que “queremos utilizar los puertos, pero si éstos no funcionan vamos a seguir exportando automóviles y para ello acudiremos a otros modos de transporte si es necesario”. Por su parte, la reacción de Puertos del Estado y las autoridades portuarias afectados por el informe es de “sorpresa ante las apreciaciones que se hacen en el mismo”, señalaron a este periódico fuentes solventes.
Las autoridades portuarias dudan sobre la metodología del informe ya que no se les ha consultado para su elaboración y se quejan de que se les cargue con la totalidad del impacto de los costes cuando “sólo representan el 30 por ciento de los mismos”. Además, no comprenden como se achacan ineficiencias en las terminales, “es algo que no se sostiene cuando estamos hablando de terminales dedicadas”. Las mencionadas fuentes consideran que “posiblemente se haya querido lanzar un mensaje a todas los integrantes de la cadena logística, porque si sólo se apunta a las autoridades portuarias, éstas poco más pueden hacer de lo que ya hacen”.