La dársena catalana destinó hasta 100.000 metros cuadrados de superficie portuaria a ensamblajes que generaron seis operaciones de embarque de ‘project cargo’ durante el pasado año.
El puerto de Tarragona acumula experiencia en acoger en sus muelles la construcción o ensamblaje de grandes estructuras que, una vez finalizadas, generan operativas de embarque de project cargo. Destinó 100.000 metros cuadrados a estos usos el año pasado. Actualmente, el espacio dedicado al ensamblaje de grandes construcciones es de 36.000 metros cuadrados y prevé que se alcancen los 60.000 a finales de año.
“Una de las ventajas que tiene el puerto es la adaptabilidad a la demanda, siendo la superficie destinada a este tipo de operativas variables en función del año y del mercado”, señalan fuentes de la Autoridad Portuaria.
Al margen de las autorizaciones temporales, Schwartz Hautmont Construcciones Metálicas, uno de los principales fabricantes españoles de estructuras y calderas, tiene una concesión en la dársena.
Esta actividad generó seis operaciones de embarque de project cargo el año pasado. En lo que va de año, han finalizado dos operaciones y “hay más proyectos en desarrollo que se embarcarán en 2025 y 2026”. Las instalaciones que se suelen construir “son de calderería y de elementos modulares”. Actualmente, hay en marcha proyectos para los sectores del reciclaje de plásticos y de gas licuado. Además del espacio necesario, la infraestructura portuaria tiene “una excelente climatología que permite que casi la totalidad de los proyectos se realicen en explanadas al aire libre”, así como mano de obra especializada “gracias a la importante industria auxiliar de Tarragona junto con el potente clúster petroquímico de la zona y de referencia para el sur de Europa”.
Se trata de una actividad que “no es tan atractiva como otras desde el punto de vista económico” para la Autoridad Portuaria. Sin embargo, “tiene un impacto relevante en el tejido empresarial del Camp de Tarragona, así como en el ecosistema portuario por la contratación de servicios”.
La experiencia en esta actividad es una buena carta de presentación para acoger la construcción de plataformas flotantes y aerogeneradores marinos: “Hay complementariedad en el uso de equipamientos, personal y ocupaciones de espacio”. Más de 10 empresas y joint ventures, tanto nacionales como foráneas, han mostrado interés en implantarse en la dársena catalana para desarrollar proyectos eólico offshore, señaló recientemente Saül Garreta, presidente de la Autoridad Portuaria de Tarragona.