La dársena catalana canaliza un tráfico total de 132.180 unidades durante los primeros siete meses del año, batiendo así el récord en estos flujos que logró en el mismo periodo de 2017.
El puerto de Tarragona ha batido nuevo récord en vehículos, un tráfico estratégico para la instalación catalana, que preside Josep Maria Cruset. La dársena ha canalizado 132.180 vehículos nuevos en los primeros siete meses del año, lo que supone un crecimiento del 13,3 por ciento en comparación con el mismo periodo de 2018.
Se trata del mejor registro en estos flujos del enclave en su historia. El récord anterior se remonta al ejercicio 2017, cuando contabilizó 124.7804 vehículos durante el mismo periodo, de acuerdo con los datos facilitados por la Autoridad Portuaria. El puerto de Tarragona cerró el ejercicio 2017 con un total de 200.446 automóviles nuevos movidos. Volverá a superar la barrera de las 200.000 unidades en diciembre de continuar con la misma actividad que hasta la fecha.
Otro tráfico estratégico para la dársena catalana, los productos agroalimentarios, también registran un buen comportamiento. Un total de 2,80 millones de toneladas acumulan estos flujos, “casi igualando la cifra acumulada del año anterior” (2,83 millones de toneladas), señala un comunicado de la Autoridad Portuaria. Se trata del segundo mejor dato de la serie, únicamente superado por el tráfico registrado durante el mismo periodo del año 2008.
El tráfico total de mercancías en la dársena catalana acumula un crecimiento del 4,9 por ciento, hasta los 19,44 millones de toneladas. Los graneles líquidos, su principal tráfico, es el que ha registrado un mejor comportamiento, con un aumento del 12,2 por ciento, llegando a los 12,75 millones de toneladas. La otra cara de la moneda, los graneles sólidos, que tuvieron un retroceso del 4 por ciento (5,56 millones de toneladas), y la carga general, que saldó el periodo con una caída del 18,4 por ciento (1,04 millones de toneladas).