Parece que toca despertar de este mal sueño que nos ha estado quitando la vida que teníamos
En un fin de semana, pasamos de la presencia al teletrabajo. Me asombra la capacidad para reinventarse del ser humano. Si además la lleváramos a cabo sin estar “bajo presión”, hasta podríamos decir que somos el ser vivo más inteligente que habita este planeta.
No sabíamos si las empresas iban a ser capaces de mantener el mismo nivel de productividad con cada miembro del equipo en sus casas. En la medida que más deslocalizados están los centros de trabajo de las empresas más elevada es la caída de la productividad. Lamentablemente, esa caída ha venido compensada por la caída de la demanda, pareciendo que la naturaleza ha tenido la macabra idea de organizarlo así.
El teletrabajo ha llegado para quedarse, a la vez que para examinar la capacidad de Transformación y Digitalización de las empresas. Separo ambas palabras porque la Digitalización es una cosa que asumimos con agrado, al contrario que la Transformación, palabra que va unida al cambio y a la salida de nuestra zona de confort, algo a lo que verdaderamente tememos. ¿Deben las empresas correr con la creación de espacios de trabajo adecuados en los domicilios de cada empleado? ¿Al igual que los comerciales cuentan con vehículos? En mi opinión, el teletrabajo es una oportunidad para examinar a empresas y empleados, porque los primeros van a tener que aumentar la confianza y el poder de su equipo y a los segundos se les va a medir cuál es su nivel de responsabilidad e implicación.
No creo que todas las actividades profesionales puedan continuar con un porcentaje de teletrabajo superior al 30 por ciento de su plantilla. La conciliación viene de la mano, pero no es inclusiva con el teletrabajo. Vamos con la Logística y todos los actores que forman parte de la Cadena de Suministro, columna vertebral de cualquier negocio en el que podamos pensar. La interacción entre Transitarios, Representantes Aduaneros, Navieras, Almacenes, Administración, tiene una franja operativa diaria, pero no fuera de ese margen y además la presencia física, no solo en las oficinas, limitan el porcentaje de teletrabajo. Ahora es el momento de saber si empresas y empleados dan la talla. “Cumple tus promesas, sé consecuente y sé el tipo de persona en la que otros pueden confiar” (Roy T. Bennett).
Miguel Rocher
mrocher@operinter.com