Las actuales instalaciones de Terminal Catalunya (Tercat) en el muelle Príncipe de España del puerto de Barcelona registran una media de 30 movimientos por grúa la hora, una productividad “muy alta”, que crecerá significativamente más en su nuevo emplazamiento del muelle Prat, aseguró Alejandro Kouruklis, director general de la estibadora, durante la multitudinaria visita institucional a las obras, el 8 de septiembre, que presidió Artur Mas.
La terminal será semiautomatizada, con un sistema de gestión desarrollado ex profeso por la propietaria de Tercat, Hutchison Port Holdings (HPH), “con lo que podremos ofrecer productividades más altas que en otros puertos del Mediterráneo”. La competencia en la zona “es muy fuerte, especialmente en el transbordo, y tenemos que trabajar en los costes de Barcelona para competir con otros puertos”, añadió Kouruklis.
HPH ha firmado un crédito de 280 millones de euros para financiar la puesta en marcha de la primera fase de la terminal con un consorcio internacional de bancos asiáticos, europeos y locales (La Caixa). La primera fase tendrá 100 hectáreas de superficie, 1.500 metros de línea de atraque y un calado de 16,5 metros. Dispondrá de ocho grúas super-post-panamax y 36 grúas automatizadas.
Tercat empezará el traslado a mediados de 2012 y la primera fase estará completamente operativa a principios de 2013, con más de tres años de retraso sobre el calendario inicial por el hundimiento parcial del muelle en 2007. A partir de 2013, acometerá la segunda fase (32 hectáreas más y 600 metros de línea de atraque). Su capacidad será de 2,65 millones de TEUs al año. El muelle Prat tendrá terminal ferroviaria, pero con accesos provisionales a la red general al no estar construidos los nuevos, que las instituciones catalanas volvieron a reclamar al Ministerio de Fomento y la propia estibadora en el acto. HPH es la propietaria del 100 por 100 de Tercat desde la pasada primavera al hacerse con el 10 por ciento que quedaba en manos del Grupo Mestre.