Grupo Romeu fortalecerá sus tráficos desde México, Argentina y Panamá y planea ampliar su estructura propia a Colombia y Perú.
Tiba afianza su red transitaria en Latinoamérica con nuevas sociedades filiales en Chile y Guatemala reforzando su estrategia de internacionalización, que ya supone el 50% de sus ventas. La transitaria de Grupo Romeu fortalecerá sus tráficos desde México, Argentina y Panamá y planea montar estructura propia en Colombia y Perú
Tiba afianza su red transitaria en Latinoamérica con la apertura de nuevas sociedades filiales en Chile y Guatemala reforzando su estrategia de internacionalización, según han confirmado a TRANSPORTE XXI fuentes de la compañía propiedad de Grupo Romeu. La expansión en estos dos nuevos países confirma la apuesta de la transitaria, con sede central en Valencia, por el continente americano, donde dispone de estructura comercial propia, con sociedades filiales consolidadas en México, Argentina y Panamá. El objetivo de Tiba “es crecer en España a través de nuestra expansión internacional, sin la necesidad de llegar a operaciones corporativas, aunque llevamos años estudiando varias operaciones de adquisición de pequeñas transitarias que no han cuajado”, admiten fuentes de la firma que dirige Francisco Romeu Loperena.
El refuerzo de sus operaciones en España pasa por su crecimiento en nuevos mercados y en el desarrollo de su estructura internacional, en la que el continente americano supone una apuesta consolidada, firme y progresiva en la internacionalización de la transitaria de Grupo Romeu. En este sentido desde Tiba apuntan que hoy “el 50 por ciento de nuestros beneficios ya se generan fuera del mercado español”. La estrategia de internacionalización de la transitaria en el continente americano se inició con su desembarco en México en 1997. “Nos va muy bien, tenemos más de 200 personas en plantilla y somos el segundo transitario de México”, afirma Javier Romeu, director de Ventas de Tiba. En México Tiba ha logrado desarrollar un volumen de negocio importante.
El grupo cuenta con siete oficinas en Guadalajara, México DF, Monterrey, León, Guanajuato, Querétaro y Puebla. Su red en México funciona como “hub regional de control para todo el área de Centroamérica”, a la que ahora se añade con la puesta en marcha de las nuevas mercantiles en Panamá, Guatemala y Chile. El nuevo reto de Tiba es Chile, ya que extender el negocio en este país latinoamericano bajo estructura propia supone una fuerte apuesta para la compañía, según destaca Javier Romeu. “Chile es una gran oportunidad dentro de nuestro objetivo de seguir a las empresas españolas que se están implantando allí, aunque también vamos a atender al mercado chileno que importa de China, Estados Unidos, Brasil o de España”, destaca Javier Romeu.
El directivo de Tiba matiza que “el mercado chileno es muy maduro y nos ha resultado más fácil implantarnos porque existe una mayor seguridad económica”, que en otro países del entorno americano. Por otro lado, Grupo Romeu procederá al cambio de denominación en su presencia en Argentina, donde prestaba servicios con la sociedad SG Logistics desde 2007, una filial que no dependía directamente del área de forwarding. La sociedad pasará a denominarse Tiba Argentina, que mantendrá el acuerdo de joint venture que tenía con la empresa argentina Servicom.
El objetivo de Grupo Romeu es potenciar la sociedad bajo el soporte de Tiba y ampliar los flujos comerciales en Argentina hacia continentes como Asia y Europa.Por último, Tiba planea a medio plazo una extensión de sus actividades transitarias a otros países latinoamericanos. La compañía descarta montar estructura propia en Brasil, país donde viene funcionando con agentes, pero observa con interés un futuro desembarco en Colombia y Perú, países cuyas economías “están generando oportunidades”. Tiba estima cerrar el ejercicio 2013 con unas ventas de alrededor de 150 millones de euros, operando con estructura propia en trece países, donde dispone de un total de 33 oficinas y una plantilla formada por 500 trabajadores.