La compañía, cuyo principal propietario es el ex presidente de la patronal ALTC, argumenta insolvencia para afrontar los pagos.
La caída de actividad en el puerto de Barcelona ha arrastrado a la empresa de transporte de contenedores TIC a un concurso voluntario de acreedores, que presentó el 31 de julio. La compañía, cuyo principal propietario es el ex presidente de ALTC, Vicente Ortiz, y en la que tiene una pequeña participación Spain Rail, alega insolvencia para pagar a sus proveedores
La caída de tráficos que registra el puerto de Barcelona por la crisis económica se ha cobrado la primera víctima en el sector del transporte por carretera de contenedores. La empresa Transporte Intermodal de Contenedores S.L. (TIC) presentó el 31 de julio concurso voluntario de acreedores. TIC, creada en el año 2004, es propiedad mayoritariamente del ex presidente de la patronal del transporte de la dársena, ALTC, Vicente Ortiz, y tiene una pequeña participación Spain Rail. En el escueto escrito que la compañía ha enviado a los representantes de los trabajadores, TIC argumenta insolvencia por la carencia de liquidez para hacer frente a sus obligaciones de pago habituales.
Según este escrito, adeuda a sus principales proveedores (estaciones de servicio por el suministro de combustible) 92.000 euros, la paga extra de junio a sus trabajadores que suma un montante de 104.000 euros y añade que no puede hacer frente al pago de la nómina de julio por falta de liquidez. También adeuda a los trabajadores la nómina de agosto. TIC, con sede social en el mismo puerto de Barcelona, cuenta con una flota de 27 camiones propios y una plantilla de 29 trabajadores, unos 26 de ellos conductores. Al incorporarse a sus puestos de trabajo tras las vacaciones, todos los empleados recibieron un comunicado que les eximía de trabajar bajo la fórmula de permiso retribuido. TIC arrastraba problemas de liquidez desde hace tiempo.
A principios de junio presentó un expediente de regulación de empleo temporal para toda la plantilla, que no se llegó a aplicar porque lo retiró mientras lo negociaba con los sindicatos alegando una nueva carga de trabajo. TIC registró una facturación de 4,06 millones de euros en 2007, frente a los 4,39 millones de 2006 y los 4,65 millones de 2005, según el Registro Mercantil. La presentación del concurso de acreedores el 31 de julio “se ha hecho con alevosía y nocturnidad, cuando agosto no es hábil. Los trabajadores están sin cobrar y no pueden tramitar el paro”, señalaron fuentes sindicales. Los trabajadores pueden reclamar un mes de salario desde que el juzgado acepta el trámite. Al cierre de esta edición, el Juzgado Mercantil número 8 de Barcelona no se había pronunciado.
“Las circunstancias nos han obligado. No ha habido más remedio que presentar concurso de acreedores por la caída de la actividad”, señaló Vicente Ortiz, administrador único de TIC, que declinó hacer más declaraciones. La caída del tráfico de contenedores está poniendo en aprietos a las empresas de transporte terrestre que operan en la dársena. La actividad de estas empresas ha bajado de media un 30 por ciento en lo que va de año, según los datos manejados por ALTC.
El 18 por ciento de la flota de las compañías permanece parada. Con el movimiento actual en la dársena, la patronal calcula que hay una sobreoferta del 20 por ciento de los aproximadamente 2.000 camiones que trabajan habitualmente en el puerto. Para los autónomos del transporte, la situación no es mejor. Su facturación ha caído de media alrededor del 45 por ciento, según Transcont. Ni la asociación de autónomos ni ALTC han percibido brotes verdes.