Terminal Marítima de Vilagarcía, formada por el grupo Erhardt y Finsa, opera como estibadora y consignataria en el puerto gallego, con un tráfico de cerca de medio millón de toneladas al año.
La histórica García Reboredo Hermanos, cuya presencia en el puerto de Vilagarcía se remonta al año 1823, arranca una nueva etapa bajo la denominación de Terminal Marítima de Vilagarcía (TMV).
Así lo avanzaron a Transporte XXI responsables de la sociedad, tras apuntar que “la decisión se alinea con el entorno empresarial conformado por los accionistas de la compañía”, el grupo logístico Erhardt y Finsa.
TMV, ubicada en el muelle Comercial del puerto gallego, con un tráfico de cerca de medio millón de toneladas al año, proyecta nuevas inversiones a lo largo del próximo año para reforzar su actividad, añadieron los mismos interlocutores. La hoja de ruta trazada contempla la renovación de equipos y la modernización de las instalaciones operativas en la terminal, así como el incremento de la superficie de almacenaje.
La compañía, que opera como estibadora y consignataria de buques en el puerto de Vilagarcía, cuenta actualmente en la dársena con una línea de atraque de 900 metros y 18.000 metros cuadrados de almacenes, además de equipamiento portuario para llevar a cabo sus operaciones. Entre los principales tráficos, destaca la mercancía general (productos transformados de la madera y sus derivados), graneles sólidos (agroalimentarios y fertilizantes), graneles líquidos (productos químicos) y carga de proyecto.
Terminal Marítima de Vilagarcía cerró el año 2022 con unas ventas de 5,8 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 17,4 por ciento con respecto al ejercicio anterior, según el Libro Blanco que elabora todos los años este periódico.
El puerto de Vilagarcía, que preside José Manuel Cores Tourís, superó los 1,5 millones de toneladas en 2023, con un crecimiento del 3,7 por ciento. El mayor crecimiento vino de la mano de los graneles sólidos, un 42,5 por ciento, hasta alcanzar las 571.650 toneladas. Un avance que permitió amortiguar la caída del 14,5 por ciento registrada en la mercancía general, con un movimiento de 674.707 toneladas. Por su parte, los graneles líquidos prácticamente calcaron las cifras del año anterior, con un movimiento de 298.418 toneladas (-0,4 por ciento).