La directiva asegura que la holandesa está bien preparada para afrontar la crisis.
En condiciones normales, un incremento anual de la cifra de negocios del 1,2 por ciento, y un retroceso del EBIT (beneficios antes de impuestos) del 17,6 por ciento deberían ser noticias muy preocupantes, pero en los tiempos que corren los directivos de la empresa holandesa de correos y transporte urgente TNT se felicitan por el hecho de que estas cifras no sean peores. En la presentación de los resultados de 2008, el presidente Peter Bakker señaló que el ejercicio tuvo dos caras, con un primer semestre exitoso, y un segundo calamitoso.
La división de urgente registró un crecimiento de un solo dígito, y gracias al dinamismo de los llamados “mercados emergentes”, lo que sugiere que el teatro europeo fue deprimente. Así, el beneficio bruto (EBITDA) ascendió a 637 millones, lo que supone un descenso del 21,2 por ciento. El cuarto trimestre fue el peor, con caídas de ingresos y EBIT del 2,4 y 36,8 por ciento, respectivamente.
El correo tradicional mantuvo el tipo, con incrementos marginales tanto en ingresos como en beneficios. A destacar que lo que TNT llama “otras redes”, y básicamente es transporte por carretera, registró un crecimiento del 6,6 por ciento en su beneficio bruto (14 millones de euros). En cuanto al futuro, Bakker afirma que la reducción de costes impuesta a lo largo de los últimos años ha puesto a la empresa en una posición saneada en tesorería, lo que le permitirá resistir razonablemente la crisis. Sin embargo, en algunos mercados TNT ha sufrido recortes del 20 y el 25 por ciento en sus volúmenes.