El fabricante podría ser multado con 216 millones por la agencia estadounidense para la Protección del Ambiente por incumplir la normativa sobre emisiones contaminantes.
El fabricante de camiones Navistar International podría verse obligado a pagar una importante sanción económica, que podría ascender a 216 millones de euros, por haber rebasado la fecha tope para la construcción de unos ‘motores de transición’ hasta disponer de los que cumplían la normativa sobre emisiones contaminantes.
Navistar ha sido el único fabricante estadounidense de motores que optó por cumplir las normas EPA 2010 (equivalentes al Euro 5) sin recurrir al AdBlue y la reducción catalítica selectiva (SCR), apostando por la recirculación de los gases del escape (EGR) con el apoyo técnico de MAN. La EPA, Agencia Federal para la Protección del Ambiente, autorizó que unos denominados “motores de transición”, fabricados con anterioridad al 31 de diciembre de 2009, pudieran montarse en camiones que se construyesen con posterioridad, ya vigentes las normas EPA 2010.
Sin embargo, la agencia federal, investigando la producción de Navistar, cree haber descubierto que algunos de esos motores se habían fabricado en 2010. La sanción por cada uno de ellos, aún no conformes con las normas EPA2010, sería de 37.500 dólares, por lo que siendo más de 7.600 los camiones cuyo motor podría encontrarse en tales circunstancias, la sanción llegaría a los 285 millones de dólares (unos 216 millones de euros).
La EPA reclamó datos a Navistar en noviembre de 2011 y, en una carta dirigida a esta compañía en enero de 2012, la agencia federal sugería que los motores de transición podían haberse empezado a montar en 2009, pero que se completaron en 2010. Stephen Volkmann, analista financiero, ha manifestado que se trata de una práctica común en la industria y que, por lo tanto, no sería extraño que la investigación de la EPA se extendiera a otros fabricantes de motores.
Quizá en previsión de ello, los competidores de Navistar, entre los que se encuentran Daimler Trucks (Detroit Diesel, Freightliner y Western Star), Volvo Trucks y su filial Mack, y Cummins se han lanzado en tromba contra Navistar y la EPA respecto a otra investigación de los motores MaxxForce de 13 litros -la gama MaxxForce es la desarrollada en colaboración con MAN y que no usa AdBlue- por rebasar supuestamente los límites de emisiones de óxidos de nitrógeno fijados por las normas EPA 2010, que, de confirmarse esa sospecha, podría conducir a otra multa de 1.900 dólares por motor.
Dado que Navistar había sacado al mercado motores cuyo nivel de emisión estaba muy por debajo de lo determinado por la EPA en otros aspectos, la agencia federal concedió a Navistar “créditos” para darle margen a solucionar el problema.
Pero los competidores de Navistar han llegado a decir que la EPA es demasiado tolerante con Navistar pues las sanciones previstas para este incumplimiento son muy bajas y que si esta última compañía optó por una tecnología errónea de cara a alcanzar las exigencias de la normativa sobre emisiones, es problema de ella, subrayando que los demás fabricantes cumplieron las normas desde el primer día. Navistar ha entregado recientemente motores MaxxForce de 13 litros a la EPA para que se compruebe que ya no emiten más óxidos de nitrógeno de los debidos.
La normativa fijaba un máximo de 0,20 gramos de tales óxidos por caballo y hora y los competidores de Navistar decían que los motores de ésta superaban los 0,50 gramos. La reacción de los competidores de Navistar y de la propia EPA es considerada por algunos expertos como una factura que ahora pasan a Navistar porque ésta denunció a la EPA el año pasado, alegando que la agencia federal había cometido errores al evaluar las emisiones de los motores SCR de la competencia y desafiando a dicha agencia a que hiciera públicos documentos que, según Navistar, ponían en evidencia tales fallos.
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