El operador Consignaciones Toro y Betolaza afianza su posición en el puerto de Bilbao tras sumar una nueva parcela de 14.000 metros cuadrados de superficie en el muelle Bizkaia, que ocupa con una autorización anual concedida por la Autoridad Portuaria. La compañía utilizará la nueva instalación, que anteriormente gestionaba la naviera P&O, para la carga, descarga y almacenamiento de mercancía general y tráfico rodado.
De hecho, la consignataria ha empezado a embarcar vehículos de la marca Renault en la línea semanal de Finnlines con Amberes, lo que supone el retorno del tráfico de coches a la dársena vasca. La puesta en marcha de esta nueva parcela se enmarca dentro de los planes de expansión de Consignaciones Toro y Betolaza, que en los últimos años ha llevado a cabo varias ampliaciones en esta zona portuaria.
En concreto, la compañía dispone en este emplazamiento de una terminal dotada de medios propios para la manipulación de productos forestales, que también cuenta con maquinaria para otros tráficos, como carga general, piezas pesadas, graneles y contenedores. Al mismo tiempo, el grupo gestiona en el puerto una terminal de sulfato sódico, que arrancó su actividad a finales del año 2007.
La instalación, que ocupa una superficie de 13.800 metros cuadrados en la zona de ampliación del puerto, absorbió una inversión próxima a los 10 millones de euros. Además, la compañía, junto al grupo Ibaizabal, se hizo con la inversión de Petronor en la dársena, donde proyecta la puesta en marcha de una planta de almacenamiento de coque y azufre.