La empresa minera Iberpotash, matriz del operador logístico, se convierte en uno de los inversores privados más importantes de la dársena catalana durante los últimos años.
La empresa minera Iberpotash se ha convertido en uno de los principales inversores privados del puerto de Barcelona en los últimos años al destinar 100 millones de euros a ampliar las instalaciones de su filial Tramer, que triplicará capacidad de exportación con una concesión de siete hectáreas de superficie y 600 metros de línea de atraque
Iberpotash, empresa minera de la comarca de Bages (Barcelona), ha anunciado una inversión de 100 millones de euros en sus instalaciones del puerto de Barcelona. Se trata de una de las inversiones privadas más importantes de los últimos años en los muelles comerciales de la dársena catalana. Tráfico de Mercancías (Tramer), la filial logística de Iberpotash, se trasladará del muelle Contradique al de Álvarez de la Campa. El cambio supone contar con una concesión de siete hectáreas de superficie (1,21 hectáreas en la actual), una línea de atraque de 600 metros (400 más) y un calado de 14 metros (cuatro más).
En el nuevo emplazamiento, podrá operar grandes buques de hasta 60.000 toneladas. Este esfuerzo inversor “permitirá triplicar la capacidad exportadora de Tramer”, señaló Xavier Corrons, director de Logística de Iberpotash, a este periódico. La ampliación de Tramer va ligada al desarrollo del plan de crecimiento de Iberpotash, evaluado en una primera fase en otros 160 millones de euros, para incrementar su producción de potasa, así como de un nuevo tipo de sal (sal vacuum) para llegar a más sectores. Está en fase de construcción una nueva planta para fabricar la sal vacuum y una rampa de acceso a la mina de Súria (Barcelona).
Alrededor del 75 por ciento de la producción de Iberpotash se destina a la exportación, principalmente a los mercados de la Unión Europea, Asia y Suramérica. Actualmente, la compañía minera, que pertenece a la multinacional Israel Chemicals Limited (ICL), exporta por el puerto de Barcelona, una de sus principales puertas de salida, exclusivamente potasa, que ampliará a la sal una vez desarrollado el nuevo producto. La mayor parte de la mercancía llega a Tramer por tren en el ancho métrico de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC).
El operador ferroviario público tiene una línea que enlaza la dársena con la mina en Súria de Iberpotash. A los 100 millones de euros de capital privado se suman 10 millones de inversión pública al proyecto. La Autoridad Portuaria de Barcelona, que preside Sixte Cambra, corre a cargo del refuerzo del muelle Álvarez de la Campa y de la ampliación del calado hasta los 14 metros, así como de llevar la conexión ferroviaria en ancho métrico e internacional hasta la nueva terminal y la remodelación de la red viaria de acceso a la instalación.
En cuanto a los accesos ferroviarios exteriores, FGC e Iberpotash trabajan para que el ancho internacional llegue a Súria, con la colocación del tercer carril, para enlazar con el futuro Corredor Mediterráneo. De cumplirse las previsiones, la nueva terminal de Tramer en el muelle Álvarez de la Campa estará operativa en el año 2015. A partir de entonces, el plan industrial de la empresa contempla la circulación de más de 200 vagones diarios entre la mina de Súria y el puerto de Barcelona. Actualmente, no se suele superar la circulación de 60 vagones al día.