Las empresas de transporte por carretera siguen con la reducción de flota y plantilla.
El transporte roza los límites legales para poder sobrevivir, según se puso de relieve en una jornada sobre el tacógrafo digital, organizada por la Fundación Francisco Corell en Barcelona, que contó con numerosos participantes. Con unas tarifas y un mercado interno hundidos, las empresas siguen con la reducción de flota y plantilla.
El transporte español por carretera está atravesando una situación “tan dramática”, que las empresas se ven abocadas “a rozar los límites legales para conseguir sobrevivir”, señaló Enrique Soravilla, presidente de Transcalit, en el marco de una jornada sobre el tacógrafo digital, organizada por la Fundación Francisco Corell en Barcelona.
Límites legales que se saltan y provocaron el pasado año que las infracciones por carencia de tarjetas aumentaran el 22 por ciento y las del transporte de carga peligrosa subieran el 42 por ciento, mientras que el cómputo total de infracciones y sanciones bajaron, argumentó el presidente de la patronal catalana. Enrique Soravilla calificó de “pócima diabólica” la que forman los salarios y el gasóleo, “que suponen más del 70 por ciento de los costes”.
A una estructura de costes “rígida” se añaden “unas tarifas y un mercado doméstico hundidos”. La vía de salvación son “las exportaciones”, pero la otra cara de la moneda son “los problemas de los retornos”. Con este panorama, las empresas de transporte “siguen pensando en reducir flota y plantilla para sobrevivir”, añadió Enrique Soravilla. La patronal del transporte pidió a la Administración que “evite impuestos nuevos” como la euroviñeta, entre otras medidas.
Ricard Font, director general de Transportes y Movilidad de la Generalitat de Cataluña, que también participó en el acto, dejó caer que “si el transportista catalán paga la euroviñeta en Francia o Alemania, nos tenemos que plantear si los transportistas alemanes y franceses deberían pagar por circular, por ejemplo, por el Eje Transversal”.
Menos tacógrafos
La crisis ha afectado a la implantación del tacógrafo digital. En el mercado español, el 37 por ciento de los camiones tenían este aparato, mientras que el 63 por ciento restante seguía con el tacógrafo analógico el pasado año. Se llegará al 40 por ciento de implantación del tacógrafo digital en 2012, según cálculos de Continental Automotive Spain.
Esta compañía preveía que la implantación del tacógrafo digital fuera total entre los años 2016 y 2017. Ahora, con la crisis y el freno a la renovación del parque de vehículos pesados, calcula que, como mínimo, la implantación total no llegará hasta los años 2020 o 2021 en el mercado español.