La aerolínea quiere convertir el aeropuerto de Madrid en hub europeo de perecederos.
La comunidad carguera madrileña espera que el traslado a la futura terminal de mercancías de Iberia no provoque sobrecostes a transitarios y empresas auxiliares. La aerolínea prevé triplicar en 20 años su volumen de carga actual en Madrid y convertir al aeropuerto en el hub europeo del tráfico de perecederos con Latinoamérica
La comunidad carguera del aeropuerto de Madrid ha recibido con agrado la noticia de la futura construcción de una nueva terminal de carga de Iberia más próxima a la terminal T4, en la que opera la aerolínea, con lo que se reducirán de forma drástica los 12 kilómetros de carreteo a los que actualmente se ve obligada la compañía. “Es una buena noticia para Iberia, pero también para el sector de la carga aérea en Madrid”, sentencia el presidente del Foro Madcargo, Alfonso Fuertes.
No hay que olvidar que Iberia es el motor de la carga en Barajas ya que monopolizó, con 175.000 toneladas en 2010, el 47 por ciento del tráfico total de mercancías en el aeropuerto (373.000 toneladas). Pero a pesar de que la noticia ha sido recibida con satisfacción, queda por conocer cómo va a gestionar Iberia el proceso de traslado a la nueva terminal cuando ésta eche a rodar en 2015.
En la comunidad carguera existe el convencimiento de que la aerolínea establecerá un período de transición en la entrega y recepción de mercancías para que se vayan adaptando las compañías transitarias que operan con la actual terminal de Iberia en el Centro de Carga Aérea de Barajas, compatibilizando incluso durante un tiempo ambas terminales, con el fin de que se asuma este cambio sin costes añadidos.
El contrato para la construcción de la futura terminal de carga de Iberia en Barajas ha tenido una gran repercusión, inhabitual por otra parte en el sector de la carga aérea, por la presencia del ministro de Fomento, José Blanco, en el acto de la firma del mismo, que corrió a cargo de los presidentes de Aena, Juan Ignacio Lema, y de Iberia, Antonio Vázquez. Vázquez presentó en el mencionado acto una terminal que se asentará sobre una parcela de 90.000 metros cuadrados, con 39.000 metros cuadrados de superficie construída, es decir, prácticamente el doble que la actual.
De ese total, 15.000 metros cuadrados serán de uso exclusivo para el tráfico de perecederos, ya que Iberia está volcada en convertir Madrid-Barajas en hub europeo de este tipo de mercancía procedente de Latinoamérica. En este sentido, Vázquez señaló que las previsiones hablan de un incremento anual del 10 por ciento para estos tráficos en los próximos ejercicios.
La nueva terminal estará ubicada a escasamente tres kilómetros del satélite donde aterrizan los aviones de fuselaje ancho. El proyecto representa una inversión de 100 millones de euros, de los que 40 corresponden a obra civil, urbanización y rampas, que asume Aena, mientras que los otros 60 irán destinados a la construcción de la terminal, que serán asumidos por Iberia.
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