José Luis Ábalos anunció la aprobación de un Real Decreto con medidas destinadas a la recuperación del transporte, que algunas patronales tachan de “insuficientes”
Pese al ultimátum del Comité Nacional, con la amenaza de un paro los días 27 y 28 de julio, el ministro de Transportes continúa, al cierre de esta edición, sin dar respuesta a las principales reivindicaciones de los transportistas. En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros del 7 de julio, José Luis Ábalos anunció la aprobación de un Real Decreto con medidas destinadas a la recuperación del transporte, que algunas patronales tachan de “insuficientes”. Entre las novedades que afectan al transporte por carretera se encuentran el aplazamiento de los pagos de préstamos, leasing o renting a empresas y autónomos con una facturación inferior al 40 por ciento o la prórroga de tres meses para las ITVs caducadas entre el 21 de junio y el 31 de agosto, dando prioridad a los transportistas.
Todo suma, y cualquier apoyo para un sector que podría dejar de ingresar este año unos 5.000 millones por la crisis, es bienvenido. Sin embargo, Ábalos sigue sin entrar en los temas más peliagudos. Léase, por ejemplo, la oposición a las 44 toneladas, que fue la gota que rebasó la paciencia de los transportistas. Tampoco ha entrado aún en la modificación de la Ley de Contrato de Transporte para derogar la posibilidad del pacto en contrario en cuestiones como plazos de pago, la cláusula de revisión del combustible y las operaciones de carga y descarga.
Ábalos ha vuelto a destacar el papel fundamental de los transportistas para mantener el suministro durante la crisis y ha declarado que ahora “es justo” que el Gobierno mantenga el compromiso con el sector. Así debería ser, pero, de momento, parece que sigue tomando el pelo a una industria clave en la reconstrucción.