Cerca del 50 por ciento de los jefes de flota estadounidenses tienen serias dudas sobre la fiabilidad, calidad, disponibilidad de combustibles y rendimiento y capacidad de aceleración de los sistemas de propulsión alternativos, pese a que aseguran que los conocen bien, de acuerdo con un estudio de la consultora estadounidense J.D. Power and Associates.
Los datos reflejan que cuando se habla de vehículos eléctricos, híbridos, gas natural comprimido, gas licuado del petróleo, las razones principales que motivarían su compra son el deseo de contener el impacto medioambiental y reducir los costes.