Los acreedores de Naviera del Odiel aceptan una quita del 50%.
La suspensa Trasatlántica, propiedad de Javier Villasante, está a la espera del auto del Juzgado de lo Mercantil número 9 de Madrid para recuperar los portacontenedores “Ruiloba” y CTE Beatriz”, ahora en manos de Pymar a través de Confidence Trade, que, a su vez, los tienen fletados a casco desnudo a Boluda Lines. El objetivo de Trasatlántica es sumar los buques a la masa patrimonial para pagar a los acreedores, en la línea de lo que dice la nueva ley concursal, que establece varios supuestos para la reintegración de activos del deudor si su pérdida se produjo en los dos años anteriores a la declaración de la quiebra, tal como adelantó TRANSPORTE XXI. Al cierre de esta edición, el 29 de diciembre, cuando vencía el plazo para la presentación de las alegaciones, Pymar y Confidence Trade no habían ejercido su derecho, según fuentes conocedoras del proceso. Los barcos son vitales para el futuro de la naviera. Y es que Trasatlántica ha presentado una propuesta de convenio de acreedores basada en la recuperación de los dos portacontenedores. Si los dos portacontenedores no retornan a Trasatlántica, “la empresa iría a liquidación”, subrayaron los mismos medios. La propuesta de convenio de Trasatlántica, siempre que recupere los buques para luego fletarlos a casco desnudo, pasa por una quita del 50 por ciento de la deuda y el pago del resto en cinco años, con uno de carencia.
El pasivo del armador es de 19 millones, entre créditos privilegiados y ordinarios. PRÉSTAMOS DE 44,2 MILLONES Trasatlántica construyó los dos buques con sendos préstamos navales de Caixanova, uno de 22,3 millones y otro de 23,1 millones, y con los avales de Pymar. Cuando recibió los barcos, la naviera fletó con tripulación los portacontenedores a Contenemar por un período de 24 meses, a partir de los cuales la compañía de Seguí tenía derecho a ejecutar una opción de compra sobre los mismos, subrogándose los préstamos pendientes de amortizar. Se suponía que con los ingresos del fletamento a Contenemar, Trasatlántica haría frente a sus compromisos con Caixanova. Pero Contenemar, que entró en concurso en julio de 2009 y ahora está en liquidación, no pagó, dejando una deuda a Trasatlántica de 9,6 millones, de los que 5,15 millones corresponden al fletamento de los barcos. A raíz de este impagado, en septiembre de 2010, Trasatlántica y su matriz Naviera del Odiel también presentaron suspensión de pagos. Entonces, Caixanova quitó los barcos a Trasatlántica. En septiembre de 2009, la entidad se los vendió a la citada Confidence Trade, una sociedad interpuesta de Pymar constituida en abril de 2009. Esta, con un capital de 3.006 euros, se subrogó los dos préstamos de Trasatlántica por un importe global de 44,2 millones, operación que también fue avalada por Pymar.
Por su parte, la suspensa Naviera de Odiel está a la espera del auto del Juzgado Mercantil Nº 8 de Madrid para levantar el concurso, después de que los acreedores aceptasen la propuesta de convenio presentada el pasado 1 de diciembre. Los principales acreedores de Naviera del Odiel, con unos créditos ordinarios por valor de 2,11 millones de euros, son Banco Popular, Banco Pastor y Ge Seaco, empresa esta última de leasing de contenedores. Todo ellos dieron su voto a favor a la propuesta del convenio, que consiste en una quita del 50 por ciento de la deuda y el pago del resto a cinco años, con uno de carencia, según confirmaron fuentes conocedoras del concurso.