La compañía de Villasante da a Seguí una opción para comprar los dos buques dentro de 24 meses, le vende 1.700 containers y se queda con un slot de 250 huecos/semana.
Trasatlántica ha decidido reorientar sus posiciones en el mercado de Canarias para hacer frente a la crisis y a la dura competencia. La compañía ha fletado con opción a compra sus dos buques a Contenemar, que también ha adquirido 1.700 contenedores de la primera. Trasatlántica mantiene un slot de 250 huecos semanales
Trasatlántica ha decidido replegar sus posiciones en el mercado de Canarias para hacer frente a la recesión que vive este negocio como consecuencia de la crisis, que ha provocado un bajón en las importaciones del Archipiélago con origen en la Península, y a la dura competencia entre navieras. Según confirmaron fuentes solventes, Trasatlántica ha fletado sus dos buques portacontenedores a Contenemar por un período de 24 meses y con opción a compra. Con estos barcos, el armador operaba como naviero entre el Mediterráneo peninsular y Canarias. A su vez, ha alquilado 250 huecos semanales en los buques de Contenemar para mover la mercancía de sus clientes entre Península y Canarias. Además, la compañía que preside Javier Villasante ha vendido 1.742 containers a la compañía de Seguí.
Responsables de Trasatlántica aseguraron que esta operación responde “a una recomposición del tráfico entre Península y Canarias para prestar un mejor servicio a los clientes. La mejora de nuestros costes es bueno para el mercado porque significa un mantenimiento del precio de los fletes”. Los buques de Trasatlántica ahora controlados por Contenemar son el “Ruiloba” (2007) y el “CTE Beatriz” (2008), ambos construidos en Hijos de J. Barreras y con capacidad para 1.265 TEUs cada uno. Contenemar ha incorporado el “Ruiloba” en su línea entre el norte peninsular y Canarias, donde toca semanalmente Gijón, Bilbao, Vigo, Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife.
A su vez, confirmaron otros medios, Contenemar ha fletado el “CTE Beatriz” a Boluda, que lo ha colocado en su línea del Mediterráneo, donde toca Barcelona, Valencia, Las Palmas de Gran Canaria, Santa Cruz de Tenerife, La Palma y Alicante. Ambos buques, por los que Trasatlántica ha hecho un desembolso de 62 millones de euros, son las dos joyas de la corona de la flota portacontenedores bajo pabellón español. Pero la historia parece que se volverá a repetir. En el año 1997, Trasatlántica recibió de la grada gallega Barreras dos portacontenedores de 1.000 TEUs de capacidad cada uno, el “Fernando María Pereda” y el “Marqués de Comillas”, que vendió más tarde a un armador alemán para quedárselos luego bajo contrato de fletamento, que resolvió tras la entrega de los citados “Ruiloba” y “CTE Beatriz”.
Trasatlántica es propiedad de un grupo inversor que lidera Javier Villasante, su primer ejecutivo desde hace muchos años y actual presidente, que se hizo con la misma al comprar la matriz Naviera del Odiel a los accionistas, la familia Pereda, a principios de 2007. En el momento de la operación, la estrategia del nuevo propietario pasaba por buscar una mayor penetración y desarrollo en el mundo de la logística a través de las diferentes empresas del grupo Odiel. Es dentro de este marco que se puede entender también el repliegue de Trasatlántica, aunque sin obviar la dificultad de operar en un negocio sacudido por la crisis y con muchos jugadores en liza.