Las dos armadoras propiedad de Javier Villasante, sin flota y casi inactivas, no pueden hacer frente a las deudas contraídas con la Seguridad Social y la Agencia Tributaria.
Trastlántica y Naviera del Odiel, propiedad de Javier Villasante, han acabado ante los juzgados de lo mercantil presentando una propuesta anticipada de convenio, incapaces de hacer frente a las deudas contraídas con la Seguridad Social y la Agencia Tributaria. Ambas navieras están sin flota y prácticamente sin actividad
La histórica Compañía Trasatlántica Española y Naviera del Odiel han presentado una propuesta anticipada de convenio con sus acreedores ante los tribunales de lo Mercantil de Madrid, paso previo al procedimiento concursal, confirmó a TRANSPORTE XXI Javier Villasante Ortiz, el administrador único de ambas empresas y propietario de las mismas a través de la sociedad de cartera Lajavi Inversiones.
Villasante no ocultó “la dificultad de llegar a un acuerdo con los acreedores”, aunque subrayó que el preconcurso es abreviado, es decir, que “cada una de las empresas tiene un pasivo inferior a los 10 millones de euros”. Desde la presentación de la propuesta anticipada de convenio, las mercantiles insolventes disponen de un período de cuatro meses para llegar a un acuerdo con los acreedores.
Si no hay convenio, las mercantiles irán a concurso de acreedores, con lo que se abriría la puerta a su liquidación. Naviera del Odiel y Compañía Trasatlántica Española también se encuentran en el punto de mira de Hacienda y de la Seguridad Social, a quienes adeudan importantes cantidades. En concreto, deben 600.000 euros a la Seguridad Social, cifra aportada por el propio Villasante. El accionista también debe a la Agencia Tributaria el pago de IVA correspondiente a la venta de la antigua sede de Naviera del Odiel, en la madrileña calle José Abascal, por la que ingresó 5,4 millones de euros, operación con un tipo del 16 por ciento, confirmó Villasante.
Villasante no ha podido hacer frente al acta o propuesta de liquidación hecha por Hacienda, que incluye la cuota, los intereses de demora y la sanción. La multa, como mínimo, es del 50 por ciento de la cuota pendiente. Además, Trasatlántica tiene pendientes de pagar a la Agencia Tributaria varias actas correspondientes al fletamento de un buque en 1983, tras la sentencia emitida por el Tribunal Supremo.
Por otra parte, el personal de oficina de Naviera del Odiel y Compañía Trasatlántica ha demandado ante los tribunales de lo Social a las dos armadoras. “Llevábamos sin cobrar los salarios desde octubre de 2009, por lo que rescindimos nuestros contratos y demandamos a la empresa”, aseguró uno de los afectados. En su opinión, Villasante “está preparando el concurso de acreedores de Naviera del Odiel y de Trasatlántica para su posterior liquidación”. Lajavi Inversiones, sociedad holding de Javier Villasante donde aparece como Administrador Único, fue constituida el 16 de octubre de 2006 y tiene un capital social de 3.006 euros. Lajavi Inversiones es el Administrador Único de Naviera del Odiel y esta última, a su vez, la propietaria de Trasatlántica.
La histórica Trasatlántica, con 160 años de antigüedad y ahora sin flota propia, está en manos de Villasante desde 2007. Entonces, siendo el primer ejecutivo de Naviera del Odiel, adquirió a través de Lajavi Inversiones todo el grupo marítimo a la familia Pereda, donde también estaba Trasatlántica Española. En 2005, el grupo Naviera del Odiel llegó a facturar 103 millones de euros, según datos del Registro Mercantil, ocupando el puesto número 11 del ranking marítimo portuario nacional con una cuota de mercado del 2,36 por ciento. Armador sin flota Como ya adelantó TRANSPORTE XXI en su edición del 1 de noviembre de 2009, los dos últimos barcos del holding de Villasante, el “Ruiloba” y el “CTE Beatriz”, propiedad de Trasatlántica, han acabado en las manos de la caja de ahorros gallega Caixanova, que se quedó con los dos portacontenedores ya que el armador no pudo hacer frente al pago del crédito.
Los portacontenedores “Ruiloba” (2007) y el “CTE Beatriz” (2008), que operaban entre Península y Canarias, fueron construidos en Hijos de J. Barreras con un préstamo de Caixanova por valor de 26 millones de euros y con un aval de Pymar. El “Ruiloba” y el “CTE Beatriz, de 14.016 GT y capacidad para 1.264 TEUs, tuvieron un coste de 37 millones de euros. Con el tax lease (ayudas fiscales a la inversión en buques), el coste de los mismos se quedó en 29 millones . Caixanova se ha quedado con los buques por el saldo vivo del crédito concedido a Trasatlántica”. Los dos barcos ahora de Caixanova han sido fletados a casco desnudo (sin tripulación) por Boluda Lines.