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Un estudio advierte de la necesidad de tomar medidas radicales para sobrevivir a la crisis

Drewry Shipping señala que las estrategias de reducción de costes implantadas por las navieras son insuficientes y pronostica la desaparición de más armadores este año.

Según Drewry Shipping, los armadores están empleando armas ineficaces para luchar contra la crisis, puer no se atreven a retirar sus activos más costosos y optan por soluciones que a largo plazo no consiguen reequilibrar oferta y demanda. Para la consultora, si no toman medidas radicales pronto, muchas desaparecerán

Drewry Shipping es una empresa consultora británica especializada en el sector del transporte marítimo, y concretamente en el mundo del contenedor. La compañía es una de las primeras fuentes mundiales de datos sobre este mercado, y recientemente ha publicado un trabajo titulado “Gestión de capacidad. Sobreviviendo a la crisis del contenedor”, en el que se muestra muy crítica con los armadores y les conmina a actuar de forma rápida y drástica en el área de gestión de costes si quieren sobrevivir. El estudio sale a la luz en un momento en el que la mayoría de los grandes armadores revelan resultados negativos en el primer trimestre del año, sobre todo en el gran eje Este-Oeste.

Las últimas estadísticas confirman este punto: según la Asociación de Navieras de Línea Europeas (ELAA), el tráfico desde Asia a Europa cayó un 17 por ciento en enero y un 32 por ciento en febrero con respecto a los mismos meses de 2008. En las rutas atlánticas, la caída en febrero fue del 29 por ciento en dirección Este y del 21 por ciento en dirección Oeste. Los armadores reaccionaron a esta negativa evolución implantando cuatro estrategias: la reducción de servicios; la ralentización de los barcos; el desvío de buques a otras rutas más productivas; y la paralización de las unidades.

Más de 50 servicios han sido cancelados en las rutas entre Europa del Norte y Asia y entre el Mediterráneo y Asia desde el mes de octubre de 2008, y con ello sólo se ha reducido la capacidad entre un 20 y un 25 por ciento. Según Drewry, la única salida para asegurar una posición de fortaleza frente a la crisis es la retirada definitiva de buques, y pronto. La actividad de desguace en los astilleros de La India y Sri Lanka ha registrado un aumento significativo desde el último trimestre de 2008, pero los armadores aún se resisten a envíar al dique seco sus barcos, y probablemente nunca lo harán si las unidades tienen menos de 20 años.

Sin embargo, las cancelaciones de pedidos de construcción y las retiradas, si bien han tenido su efecto, siguen sin ser suficientes para reequilibrar oferta y demanda y no han conseguido frenar la erosión de las tarifas. El estudio de la consultora inglesa muestra que los armadores han retirado del servicio 48 portacontenedores con una capacidad de 249.000 TEUs, lo que corresponde al 35 por ciento del total. Hasta ahora, ninguna compañía ha optado por medidas más radicales como la retirada de los barcos más nuevos de 10.000 TEUs. En vez de ello, han enviado al desguace barcos de 2.000 TEUs y han devuelto otros a sus propietarios al finalizar los contratos de flete.

Según Drewry, estas soluciones son las más sencillas de aceptar, en vez de reconocer que la crisis durará aún mucho tiempo, lo que justifica la paralización de los activos más costosos. De hecho, el coste derivado de la preparación de un postpanamax para su paralización y su posterior reactivación asciende a más de un millón de dólares. Esto inhibe a los armadores a tomar tal decisión, y prefieren mantenerlos en activo. Por otro lado, ni la desviación de las rutas para evitar los costes de los canales de Panamá y de Suez, ni la ralentización de la velocidad de crucero de los barcos, han surtido efectos significativos.

Drewry precisa que la caída de demanda y precios han convertido a la mayoría de los servicios en no rentables, y en los casos más extremos significa que las mercancías aportan una contribución negativa con respecto a los costes fijos del servicio. Drewry Shipping concluye que, de no tomar decisiones radicales de reducción de costes, y pronto, aún asistiremos a la desaparición de algunos armadores importantes este mismo año.

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