En el caso del enclave intermodal castellano-manchego, aporta suelo logístico competitivo y potencial para reactivar corredores.
Un estudio elaborado por la consultora PricewaterhouseCoopers identifica a Zaragoza y Alcázar de San Juan (Ciudad Real) como centros de transbordo claves para poder atraer en el futuro la mayoría de los intercambios modales que actualmente se concentran en el entorno de los grandes núcleos urbanos de Madrid y Barcelona. Según el estudio, tanto Zaragoza como Alcázar cuentan con la ventaja competitiva de poder plantear una oferta de suelo logístico más económica.
Además, en el caso de Alcázar de San Juan, la propuesta contaría con otra ventaja añadida, como es la de dotar de nueva actividad a corredores ferroviarios que actualmente se encuentran prácticamente vacíos de actividad y que disponen de “una capacidad relevante de maquinistas en la zona”, como son los casos de la propia Alcázar, Vicálvaro, Linares-Baeza y Córdoba. En Alcázar de San Juan se construirá una plataforma logístico- intermodal que está incluida en el Plan Estratégico de Impulso al Transporte Ferroviario del Ministerio de Fomento y que tendrá carácter público-privado.
El estudio sitúa a Zaragoza y Alcázar de San Juan como puntos claves de intercambio en una propuesta de “red ferroviaria sencilla, con un reducido número de destinos regulares, que aproveche la capacidad liberada por la red de alta velocidad” que está incluida en el mismo. Esta red, según los responsables del informe, “se operaría mediante servicios regulares multicliente, a diferencia de los tráficos actuales, más orientados a trenes dedicados a clientes específicos”.
La red propuesta integraría las áreas geográficas que concentran la mayor parte de la actividad económica en nuestro país, es decir, Barcelona, Valencia, Vitoria, Bilbao, Madrid, Málaga, Sevilla y Algeciras, que en realidad representa el 14 por ciento del tráfico total de larga distancia en toneladas y el 51 por ciento del tráfico en toneladas por kilómetro. En cuanto al paso de las mercancías por la frontera francesa, el estudio apuesta por las salidas por Hendaya y Perpiñán, obviando de esta forma el proyecto de Travesía Central de los Pirineos.
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