El ministro y flamante Portavoz del Gobierno se desdice y asegura ahora que “es una directiva que hay que transponer”, ocultando que “no obliga a los Estados miembros”.
Un incoherente Blanco protagoniza el enésimo cambio de posición del Ejecutivo y miente en el Congreso en relación a la implantación de la Euroviñeta. El ministro de Fomento y flamante Portavoz del Gobierno se desdice y asegura ahora que “es una directiva que hay que transponer”, ocultando que “no obliga a los Estados miembros”
El Ejecutivo de Zapatero continúa deshojando la margarita de la implantación del nuevo peaje a los camiones de más de 3,5 toneladas por el uso de las infraestructuras, aprobado por el Parlamento Europeo el pasado 7 de junio con la oposición de España. El ministro de Fomento, José Blanco, sólo unos días antes de su nuevo nombramiento como flamante Portavoz del Gobierno, protagonizó el enésimo cambio de posición en relación a la aplicación de la denominada ’Euroviñeta’, que permite incorporar los costes externos sobre el medio ambiente. Tras mantener por activa y por pasiva el rechazo a su puesta en marcha en España, ahora rectifica y anuncia su implantación a partir de octubre, fecha en la que el Consejo de Transportes de la Unión Europea podría aprobar definitivamente esta nueva normativa.
Así lo confirmó Blanco en el pleno del Congreso durante una interpelación del Grupo Popular, que corrió a cargo de su portavoz en la Comisión de Fomento, Andrés Ayala, que puso el acento en los efectos negativos que causaría la propuesta de imponer nuevas cargas fiscales a los transportistas por el uso de las autovías españolas. El titular de Fomento, sin embargo, recordó que la aplicación de esta nueva tasa al transporte por carretera “es una decisión de la Unión Europea”; por lo tanto, “no engañe, no haga demagogia, no mienta”, respondió de forma contundente Blanco, para señalar a continuación que “es una directiva que tenemos que transponer a nuestro ordenamiento jurídico”. Eso sí, ocultó en el Congreso el hecho de que la propuesta de Bruselas no obliga a los Estados miembros.
Todo lo contrario a la nota de prensa que Fomento emitió el 15 de octubre del pasado año para anunciar a bombo y platillo que el Consejo Europeo de Transportes había sacado adelante la reforma de la Euroviñeta con la oposición del Gobierno español, cuyo rechazo “obligó” a flexibilizar el texto respecto a la propuesta inicial. En dicho comunicado, Blanco subrayaba que la propuesta “podría desencadenar distorsiones a la libre competencia” y hacía hincapié en que la UE “deja a cada país la libertad para decidir si introduce o no este tipo de tasas y en qué carreteras”. Ahora, no obstante, su postura es bien diferente y ha optado por la máxima de “donde dije digo, digo Diego”.
A pesar de sostener en reiteradas ocasiones que “la norma penaliza negativamente a los países periféricos”, en recientes declaraciones a Onda Cero afirmó que esta tasa a camiones tiene “sentido ecológico y permitirá que quien más deteriora las carreteras pueda contribuir también a su conservación”. De hecho, durante su intervención en el pleno de control al Gobierno del Congreso, el titular de Fomento avanzó la apertura de un diálogo con el sector del transporte y con las comunidades autónomas para hacer la transposición “del mejor modo para los intereses de todos”.
Además, para justificar este nuevo cambio de posición del Gobierno, Blanco manifestó que, en su opinión, “no es justo que un camionero francés cuando venga a España no pague por pasar por nuestras autovías y un camionero español cuando vaya a Francia pague por utilizar sus autovías”. Un escenario que, no obstante, no es nuevo y ya se sabía cuando Blanco reiteró su compromiso de no introducir en España esta nueva tasa. Con todo, el ministro espera que en el definitivo Consejo de Transportes de la Unión Europea, previsto para octubre, “se flexibilice todavía más” la nueva normativa “a favor de los intereses de los transportistas españoles”.
La contradicciones del titular de Fomento sobre la Euroviñeta no son nuevas y se remontan a los orígenes de la Ley de Economía Sostenible, cuyo borrador se hizo público a finales del año 2009. Ya entonces, Blanco abrió el debate sobre la creación de una ‘ecotasa’, similar a la que pensaba implantar el Ejecutivo de Sarkozy, para penalizar las emisiones de dióxido de carbono (CO2). Sin embargo, sólo un mes después, la entonces vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, desautorizaba al ministro de Fomento tras afirmar que no se establecería una ‘tasa verde’ en la futura Ley de Economía Sostenible.
Salgado zanjaba así el debate abierto por Blanco, que puso al sector del transporte por carretera en pie de guerra. Sólo un año después, en septiembre de 2010, el Gobierno lamentaba, en esta ocasión, no haber impulsado la Euroviñeta durante la presidencia de la UE (en el primer semestre de 2010), frente al discurso oficial de que no era una prioridad.
Como ya adelantó este periódico, la entonces secretaria de Estado de Transportes, Concepción Gutiérrez del Castillo, transmitió a la CEOE, en el marco de una reunión celebrada el 27 de julio de dicho año, la necesidad de “abrir un debate sobre cómo hay que financiar la mejora y el mantenimiento de la red de carreteras de España”. Desde entonces y hasta este nuevo cambio de posición, el Ejecutivo había mantenido su oposición a la aplicación de una nueva tasa al sector, como quedó patente en la reunión del Consejo Europeo de Transportes, celebrada el 15 de octubre del pasado año, donde votó en contra de la Euroviñeta.
LAS CONTRADICCIONES DE BLANCO
27 de julio de 2010. El ministro de Fomento, José Blanco, mantiene su compromiso de no establecer una tasa a los transportistas por el uso de las carreteras. Sin embargo, el discurso de puertas para adentro es bien distinto. Así quedó patente en la reunión mantenida el 27 de julio de 2010 entre la entonces secretaria de Estado de Transportes, Concepción Gutiérrez, y la patronal CEOE, en la que señaló que el Gobierno se lamentaba de no haber impulsado la Euroviñeta durante la presidencia de la UE (en el primer semestre de 2010).
15 de octubre de 2010. El Consejo de Transportes de la Unión Europea saca adelante la reforma de la Euroviñeta con la oposición del Gobierno español. En un comunicado de prensa, Blanco reiteraba su compromiso de no introducir esta nueva tasa en España y recordaba que Bruselas deja a cada país libertad para decidir si introduce o no este tipo de tasas y en qué carreteras.
7 de junio de 2011. El Parlamento Europeo ratifica la Euroviñeta con la oposición de España.
13 de julio de 2011. En el pleno del Congreso durante una interpelación del Grupo Popular, Blanco anuncia la implantación de la Euroviñeta a partir de octubre tras asegurar que es una decisión de la Unión Europea, aunque no hace ni una referencia a que la norma “no obliga a los Estados miembros”.