El megabuque “Marco Polo”, de la naviera francesa CMA CGM, y procedente del Reino Unido, declaró el lunes un posible caso de COVID-19 a bordo.
El buque portacontenedores “CMA CGM Marco Polo” informó en la madrugada del pasado lunes, en su declaración obligatoria al acercarse a la Bahía de Algeciras, que viajaba con ellos un tripulante al que se había confinado con fiebre y ninguna otra patología. Inmediatamente, ante la posible presencia de un caso de COVID-19, se pusieron en marcha los protocolos de seguridad, indicando al buque que echara el ancla en el fondeadero D, a la entrada de la bahía, a la espera de posteriores decisiones.
Según indicaron a TRANSPORTE XXI fuentes de la Autoridad Portuaria de Algeciras, se ha esperado a que los responsables de Sanidad Exterior, bajo responsabilidad de la Delegación de Gobierno, con sede en Sevilla, del Servicio Andaluz de Salud y de la Capitanía Marítima de Algeciras tomaran la decisión de permitir al buque atracar para su inspección.
Esto no se produjo hasta la tarde de ayer martes, cuando se comprobó que el tripulante enfermo mejoraba de su fiebre; entonces se ha permitido al “CMA CGM Marco Polo” atracar en el Rompeolas del Dique Norte, a la espera de que las autoridades sanitarias suban a bordo para la realización de las pruebas necesarias y, en consecuencia, decidir los siguientes pasos a seguir con el resto de la tripulación y la carga.
Este dique es un fondeadero alternativo, sin servicios de descarga, pero capaz de albergar un buque del tamaño del citado portacontenedor. Por el momento, la tripulación se mantendrá a bordo, donde se estima que se les realizará las pruebas del coronavirus en breve. El buque, según informa Marine Traffic, procedía del puerto de Southampton, Reino Unido, y es un megabuque de ocho años de antigüedad, con capacidad para más de 16.000 TEUs, una eslora de 396 metros, 53,6 de manga y un calado actual de 14,3 metros.