La United Auto Workers (UAW), el principal sindicato de la industria del motor en Norteamérica, ha declarado una huelga en la fábrica de New River Valley, en el estado de Virginia, que afecta a más de 2.600 trabajadores de los 2.900 que hay en la planta que construye los camiones Volvo y Mack. Volvo venía negociando un nuevo acuerdo salarial con los representantes de los trabajadores desde el 8 de enero de este mismo año.
Dicho acuerdo debía reemplazar al existente, qu expiraba el mismo día 31 de enero último, pero las negociaciones no habían avanzado. Ahora, la huelga paralizará la actividad de la planta, que fabrica 100 camiones diarios. Marten Wikfords, responsable de comunicación de Volvo en Suecia, ha asegurado que las negociaciones siguen en marcha pese a la huelga, aunque no supo valorar las consecuencias que el paro podría tener ni su coste económico.