El presidente de la patronal logística, Francisco Aranda, refleja que solo el 1,4% de los 18.000 puntos instalados permiten la carga rápida, en el marco de una jornada celebrada de la mano de Zaragoza Logistics Center (ZLC).
El retraso de las infraestructuras para la transición energética del transporte de mercancías por carretera en España quedó reflejado durante la jornada organizada ayer en la capital aragonesa por Zaragoza Logistics Center (ZLC) y UNO Logística.
Francisco Aranda, presidente de la patronal de los operadores del transporte y la logística, puso de relieve que “el objetivo para 2022 era disponer en España de 45.000 puntos de recarga eléctrica y en la actualidad sólo existen 18.000, de los cuales apenas el 1,4 por ciento permiten carga rápida”.
El máximo responsable de UNO señaló la necesidad de que las administraciones públicas “ayuden y acompañen a las empresas en su proceso hacia la transformación ecológica”. Así lo expresó durante su intervención en el evento ‘Presente y futuro del transporte por carretera’, que reunió en la sede del ZLC a cerca de un centenar de asistentes.
Además, reclamó que “nos gustaría que desde el Ministerio de Transición Ecológica se apostase más por la tecnología y menos por la ideología, con el objetivo de que se acompasen las exigencias empresariales con la realidad que padecemos, en la que existe una clara insuficiencia de recursos e infraestructuras”.
Para paliar este déficit, apostilló Aranda, “es necesario que se impulsen plazos razonables y que se conjugue el tema ambiental y empresarial de una manera lógica, pues cabe recordar que se necesitan grandes inversiones para acometer el reto de la transformación digital y medioambiental de la manera en la que se nos exige”.
Por su parte, la directora de ZLC, Susana Val, aseguró que “las medidas en materia de descarbonización y normativas derivadas impactan de lleno en el sector del transporte de mercancías por carretera”, y subrayó que, “sin duda, las nuevas tecnologías ya están ayudando a resolver ciertos aspectos operacionales y mejorar otros”.
Anfac cuantificó recientemente el ambicioso reto europeo para reducir el 45 por ciento de CO2 en los camiones para 2030, a través del cambio de motores de combustión a eléctricos. Para ello, expuso un análisis de ACEA, que se traducía “en más de 400.000 camiones de cero emisiones tendrían que circular por las carreteras y al menos 100.000 nuevos camiones de cero emisiones deberían matricularse al año en Europa. Esto requeriría más de 50.000 cargadores de acceso público para camiones que deberían estar en funcionamiento en solo 7 años, de los cuales 35.000 deberían ser de alta potencia”.
Más información en la próxima edición en papel de Transporte XXI.