El anuncio de la compra de TNT Express por parte de UPS ha abierto una brecha en el negocio del transporte urgente en el mundo, dejando el mismo en manos de tres jugadores principales, la ya citada de Atlanta, la también americana Fedex y la alemana DHL Express, que se alejan aún más del resto de competidores, de dimensiones mucho más reducidas. Con la adquisición, UPS llena su vacío en Europa, donde TNT dispone de una potente red de distribución por carretera, y gana presencia en economías tan potentes como China y Brasil, donde la holandesa también dispone de sus propia organización terrestre. No obstante, habrá duplicidades que obligarán a importantes recortes en la estructura, como puede ser en el aéreo y en las redes locales, caso de España.
La compañía resultante de la fusión arrebata a DHL Express el liderazgo en Europa, donde UPS se hace con un trozo del pastel del 17 por ciento, y amenaza también el hegemonía de la alemana en los envíos internacionales, estableciéndose entre ambas una diferencia de escasos dos puntos. Llegados aquí, hay que preguntarse cómo afectará la operación de compra de TNT por parte de UPS en el mercado. ¿Hará DHL algún movimiento para recuperar el terreno que le va a comer la de Atlanta? Parece difícil pensar que DHL, aunque tenga como aval al correo público DP, salga de compras. Primero, porque sus últimos movimientos, el abandono de los negocios locales, nada rentables, de EEUU, Francia y Reino Unido, dicen lo contrario. Y segundo, porque no hay a tiro nada del tamaño de TNT, que le pueda volver a colocar en la posición ahora perdida. Así las cosas, podría la filial del correo público DP tener la tentación de meter aún más presión sobre el precio, entrando en una guerra que sólo se podrán costear los grandes, pero que se llevará por delante a los operadores pequeños. Veremos. Mientras, es obligación de los organismos reguladores de la competencia en Europa estar bien atentos.