La multinacional paquetera también cerrará uno de los tres centros que tiene en Madrid alegando motivos organizativos.
El Ministerio de Trabajo decidirá en breve sobre el expediente de regulación de empleo (ERE) presentado por UPS y que afecta a la totalidad de los trabajadores de su centro de Vallecas (Madrid), es decir, a cerca de 200 personas. La multinacional achaca el ERE a motivos organizativos y no a la crisis que padece actualmente el sector
El Ministerio de Trabajo decidirá en breve en torno al expediente de regulación de empleo (ERE) presentado por UPS y que afectará a los cerca de 200 trabajadores adscritos al centro que opera la multinacional del sector paquetero en el barrio de Vallecas (Madrid). UPS cuenta en España con 1.100 empleados. La intención de UPS es la de extinguir los contratos de estos trabajadores y cerrar el centro, manteniendo operativos los otros dos centros de la provincia, ubicados en el término municipal de Madrid y en la localidad de Coslada. Fuentes solventes han confirmado a este periódico que UPS alega motivos de organización para justificar el cierre y los despidos y no hace, en ningún caso, referencia a causas económicas derivadas de la crisis que padece actualmente el sector de la paquetería en España.
UPS comunicó a los trabajadores en febrero de 2008 la puesta en marcha de un plan de bajas incentivadas y prejubilaciones al que se acogieron, finalmente, apenas una veintena de trabajadores. Ante esta situación, la empresa decidió iniciar contactos con los representantes sindicales con el objetivo de pactar el cierre de su centro de Vallecas antes del pasado verano. En aquel momento no se alcanzó ningún tipo de acuerdo, por lo que la dirección de la empresa en España optó por plantear un expediente de regulación de empleo en el mes de septiembre.
Mediador
El Ministerio de Trabajo, a la vista del desacuerdo entre la empresa y los representantes de los trabajadores, decidió intervenir incorporando un mediador procedente del propio ministerio, si bien éste tampoco ha conseguido arrancar ningún tipo de acuerdo entre ambas partes en las tres reuniones que se han mantenido en este tiempo. De todos modos, el mediador emitió un dictamen, según ha podido conocer este periódico, en el que se acercaba a las tesis defendidas por la empresa. Este dictamen, en poder del Ministerio de Trabajo, y sobre el que se abrió un período de consultas a ambas partes, que ha finalizado hace unos días, ha recibido un informe contradictorio por parte de la representación sindical.
La pelota queda ahora, por tanto, en el tejado de la autoridad laboral, que deberá ser la que dictamine, finalmente, si el ERE es aceptado o no, ya que parece difícil que a estas alturas alguna de las dos partes varíe sus posiciones actuales. Fuentes sindicales consideran que el cierre del centro de Vallecas no se justifica, “como la propia empresa reconoce, en motivos económicos, por lo que detrás del mismo parece estar más que nada un empecinamiento por sacar adelante un asunto que ya lleva 11 meses sobre la mesa y puede ser motivo para que desde la central en Estados Unidos se pidan cabezas”. Desde la representación sindical aseguran que de admitirse el ERE de UPS por parte de Trabajo, “no se descartan movilizaciones”.